FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.- Una tragedia se registró la mañana de este jueves en la aldea La Cañada, a la altura del kilómetro 32 de la carretera al departamento de Olancho, cuando un pequeño de apenas dos años de edad murió ahogado al caer en un pozo cavado para letrina.
El lamentable hecho ocurrió cuando el menor cayó al pozo -de unos dos metros de profundidad- y que se encontraba lleno de agua a causa de las lluvias recientes. Al parecer el niño habría aprovechado un descuido de sus padres para salirse al patio con tan mala suerte de dirigirse a la zona del pozo, ubicado a apenas pasos de la vivienda.
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El menor respondía al nombre de José Matías Oliva, de dos años, y cuando fue rescatado ya era demasiado tarde.
Piden no trasladarlo a la morgue
En medio del llanto y dolor por la pérdida, los padres del menor hicieron un llamado a las autoridades forenses para que el cuerpo de José Matías no sea trasladado hasta la capital.
“Déjenme velar a mi niño, no me lo lleven, me duele verlo así”, clamó la madre del pequeño mientras se aferraba al cadáver. “Quisiera estar contigo, estar con Dios allá, por qué te me fuistes mi amor, eres todo para mí”, clamó.
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Entretanto, el padre del niño, Víctor Manuel Oliva, suplicó “que no se lleven al niño, lo queremos velar aquí, tranquilo, que no lo muevan”, pidió mostrando el altar preparado para el velorio y donde se podía apreciar el nombre de “Matías” hecho con helechos sobre un lienzo blanco.
De acuerdo a familiares el pozo se encontraba “tapado”, sin embargo, una vaca cayó el fin de semana ahí y rompió la tapadera por lo que quedó expuesto y por desgracia el niño se acercó a jugar en la zona.