OLANCHO, HONDURAS.- Gran consternación se vivió en el sepelio con distanciamiento social del empresario olanchano Rubén Cisneros Leiva, en Catacamas, Olancho.
Los familiares cercanos, amigos y empleados del empresario industrial dieron el último adiós la tarde del sábado en el cementerio general de la ciudad.
El hombre de 59 años de edad fue asesinado a eso de las 10:50 de la mañana del viernes en el barrio La Cruz, de Catacamas, cuando se aprestaba a subirse a su vehículo. El sicario andaba a bordo de una bicicleta y huyó en total impunidad de la zona sin que nadie hiciera para poder detenerlo.
El pesar que queda en los que le apreciaban a don Rubén Cisneros es que él era un hombre muy generoso y que le dio empleo a muchos catacamenses durante varias décadas.
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Todo indica que el autor intelectual del asesinato es un hijo, procreado con la anterior esposa del comerciante.
El joven se entregó a la Policía Nacional horas después de haber ocurrido el hecho y según la familia, él habría confesado que planeó el crimen.
Benjamín Cisneros, hermano del fallecido, contó que “fuimos a poner la denuncia a la Policía, el muchacho (hechor intelectual) habló con mi hija y le dijo que estaba arrepentido y que se iba a entregar a la Policía”.
Al parecer, el hijo del empresario estaba bajo un tratamiento psiquiátrico.