CORTÉS, HONDURAS.- La casa que debería estar decorada con globos, flores y tener un ambiente festivo por el aniversario número 27 del natalicio de Nemesys Yorleny Aguilar Reyes se vistió de luto y lágrimas de impotencia, pues su cadáver yacía en la sala dentro de un ataúd.
Aguilar Reyes, estaba muy emocionada de cumplir un nuevo año para poder acumular momentos hermosos con sus seres queridos y alcanzar nuevos proyectos, que encargó comida con una conocida suya para poder festejar con los más cercanos en su casa, en el sector de la Rivera Hernández, sin embargo, no pudo disfrutar de esos alimentos, pues fue asesinada a balazos un día antes.
El principal sospechoso de quitarle la vida es su expareja, un hombre con el que ella ya no quería tener vínculos, pero que según sus familiares, no aceptaba la ruptura.
De acuerdo a su madre, Yorleny era “una mujer estudiosa, sin malcriadezas hacia sus padres. Era la única hija del matrimonio”, lamentó.
Pero lamentablemente, un hombre violento y controlador se cruzó en su camino y según la madre, “la molestaba mucho, había violencia... Incluso ella había ido a poner la denuncia a los derechos humanos”.
La progenitora de Aguilar dijo que en su momento el sujeto solo recibió una sanción de barrer las calles, pero no tuvo mayor castigo ni retrocedió en su comportamiento.
La familia también reveló que hace algún tiempo, ella perdió dos embarazos, a causa de la violencia que sufría en su relación amorosa.
El crimen
Nemesys Yorleny fue asesinada en horas de la tarde del martes 30 de mayo, cuando transitaba por el bulevar del Norte de San Pedro Sula, donde algunos testigos la vieron discutir con un hombre.
Instantes después, el individuo le disparó y se fue, dejándola herida con al menos tres impactos de bala. La malograda joven expiró minutos después.
Su familia cree que el responsable sería la expareja por su historial violento y porque desde la ruptura la acosaba para que volviera junto a él.
De momento la identidad del sospechoso y su paradero son desconocidos.
