Sucesos

El Instituto Nacional Penitenciario sin pistas de reos que excavaban túnel en Támara

24.07.2020

TÁMARA, HONDURAS.-Sin ninguna pista contundente sobre los autores materiales de la construcción del túnel en la cárcel de Támara están las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP).

El conducto clandestino que comenzaba a ser excavado por los convictos está ubicado bajo unas escaleras que dan a una bodega ubicada justo entre el taller de carpintería y el taller de soldadura.

Digna Aguilar, portavoz del INP, expresó que “la zona se encuentra asegurada, asimismo se ha procedido a cerrar este espacio y las autoridades continúan con el proceso para tratar de identificar quiénes eran las personas que estaban trabajando en la construcción de este túnel”.

A pesar de las indagatorias no hay ninguna imputación directa contra un recluso, reconoció Aguilar. “No, todavía no. Está en proceso de investigación, está trabajando Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), así como los grupos de inteligencia de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina)”.

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Búsqueda entre 3,500 reos

EL HERALDO conoció que a los talleres de carpintería y soldadura asisten casi a diario al menos 65 privados de libertad, en su mayoría estos habitan en los módulos de Procesados I y II y Sentenciados II.

Las primeras hipótesis apuntan a que los responsables de la excavación del túnel son presos del recinto general de la Penitenciaría Nacional de Támara, compuesto por los tres módulos antes descritos.

En total, en los tres pabellones viven un aproximado de 3,500 convictos; entre ellos podrían estar los constructores del conducto por el que se pretendía una fuga —según el INP— masiva, pero hasta hoy no hay ninguno identificado.

El descubrimiento se dio tras varias horas de requisas efectuadas en varios módulos de la cárcel de Támara, en las que buscaban las armas de fuego usadas en un reciente ataque a varios de los torreones.

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Dentro del pequeño agujero encontraron cuatro sacos llenos de tierra que no habían podido sacar del área de los talleres, así como una bomba sumergible con la que succionaban el agua que estratégicamente echaban al orificio para que el terreno se ablandara.

Las autoridades del INP esperan que con el paso de los días y la intensidad de las investigaciones los presos puedan delatar a los responsables.