Esa es la misma cantidad que se contabilizó en 2018, por lo que la cifra podría superar a la del año anterior para finales de 2019.
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El año que reportó una baja incidencia de muertes de reos fue el 2017, pues las mismas autoridades solo contabilizan ocho decesos dentro de las cárceles.
¿Conflicto de intereses?
Glenda Carolina Ayala Mejía, comisionada de Conaprev, detalló a EL HERALDO que “las muertes en los centros penales se dan en algunos casos por conflicto de intereses y desembocan en los hechos lamentables como lo que le ocurrió a Magdaleno Meza (Nery Orlando López Sanabria) y otros que se han registrado en las cárceles denominadas de máxima seguridad en las últimas semanas”.Los hechos violentos que se registran en los centros de detención deben preocupar al Estado porque es el garante de preservar la vida y la integridad física de los reos, pues Honduras ha suscrito convenios con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Convención del Niño.
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De acuerdo con los datos de Conaprev, en los últimos tres años al menos once mujeres que estaban recluidas en diversos centros penitenciarios perdieron la vida, así como 79 hombres. Cada uno de estos casos ha sido documentado y se han emitido las recomendaciones a las autoridades competentes.
21mil 683 privados de libertadhay en los 28 centros de reclusión a nivel nacional, según el Instituto Penitenciario. |
“Existe una negativa o una falta de voluntad de darle cumplimiento a las recomendaciones no solo del Conaprev sino que del Comité Internacional de Prevención contra la Tortura para que se garantice la vida y la integridad física de las personas en condición de privación de libertad”, lamentó la funcionaria de Conaprev.
Autogobierno
“En los centros penales los privados de libertad tienen control. Para eso nombran un ‘coordinador’ que es el que está en contacto permanente con el director del centro.El ‘coordinador’ es nombrado por los reclusos y hay uno o dos en cada módulo”, detalló.
“Los ‘coordinadores’ tienen privilegios, sus cuartos privados y todas las comodidades que otras personas no tienen en las cárceles”, destacó Ayala Mejía.
Debido a que los “coordinadores” son los que tienen control en los penales, son estos los que hacen las listas de las personas que asisten a citas médicas, y si el enfermo es de un grupo contrario está expuesto a morir porque nunca es remitido para que reciba la asistencia que requiere.
Otro problema recurrente es el ingreso de armas con las que se cometen las muertes violentas, por lo que se considera que la solución que ha planteado el gobierno para terminar con esta situación “ha sido ineficaz”.
Una de las preocupaciones de los comisionados de Conaprev es que las personas que dirigen los centros penales “ni siquiera han pasado por un proceso de conocimiento de la ley y es un riesgo más grave porque se preguntan por dónde ingresó el arma, y se responden que ingresan a los penales en presencia de la autoridad representada por la Policía Militar o por la Fuerza de Control de Centros Penitenciarios”.
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En máxima seguridad
Los reos que son ingresados a las celdas de máxima seguridad “no son los jefes de maras y pandillas o de alta peligrosidad, sino que son los que trasladan de otros penales y nos dan a entender que son de alta peligrosidad”, dijo Ayala.“El concepto que le han dado a esos módulos aunque no esté en el contexto definido es que son de máxima seguridad por los intereses que se puedan jugar, pero de alguna manera lo que preocupa es que estas personas que están en estos lugares no están clasificados”, detalló.
