Gracias a Dios, Honduras
Consternación e indignación causó la muerte de tres hondureños de la etnia misquita, a tal grado que pobladores del municipio de Puerto Lempira prendieron fuego a oficinas estatales y cometieron actos vandálicos contra negocios. Los sindicados por la masacre son miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Ante esta situación el jefe de esta institución, general Orlando Ponce Fonseca, aseguró que “todo inició con el ataque con arpones y disparos a los efectivos militares que custodiaban esa zona y que realizaban una operación, por lo que hubo necesidad de repeler la agresión”.
Dijo que “luego de lo sucedido se inició una investigación sobre los hechos en la comunidad de Warunta, Gracias a Dios”. Afirmó que “como Fuerzas Armadas en ningún momento salimos con la intención de causarle daños a ningún ciudadano hondureño”.
Roberto Herrera Cáceres, comisionado nacional de derechos humanos, lamentó la muerte violenta de las tres personas. “Ese es un hecho lamentable donde perdieron la vida tres compatriotas en un enfrentamiento que ha sido calificado como una situación confusa”, dijo Herrera Cáceres.
Explicó que la representación del Conadeh en Gracias a Dios “ha podido recabar información donde estarían involucrados en las tres muertes presuntamente algunos efectivos de la Policía Militar y se estarían haciendo las investigaciones por las mismas Fuerzas Armadas”.
Ayer partió vía aérea desde la capital un equipo de investigadores de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y otro de Medicina Forense para realizar la exhumación y autopsias de ley a los fallecidos.
Para calmar la tensa situación que se vive en la aldea de Warunta, Ahuas, el lunes hubo una reunión entre policías, militares y las fuerzas vivas de esas comunidades.
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