TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Comenzó a sentirse incómoda en la casa de su hija a causa del ambiente hostil que su yerno propiciaba, por lo que poco antes de la tragedia decidió marcharse, sin imaginar lo que iba a suceder.
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Así narra Suyapa Cantillano la semana que acompañó a su hija Ana Lizeth Hernández Cantillano en su vivienda ubicada en la colonia Villa Foresta en la salida al sur de la capital, justo antes de que la joven apareciera muerta y con un disparo en la cabeza en ese mismo lugar.
El esposo de Ana, un mayor de artillería de las Fuerzas Armadas, llamó a los padres de Ana el 19 de marzo de 2023 para notificarles que su hija estaba muerta, pues se había quitado la vida. Sin embargo, ellos no creen en su versión y lo responsabilizan de lo sucedido.
Tanto el padre, como la madre y una de las hermanas de la fémina aseguran que el que fue su esposo durante 12 años la maltrataba física y verbalmente, aprovechándose del miedo que ella le tenía.
“Yo estuve una semana con ella allá, yo decidí irme porque miré violencia por parte de él, como que la manipulaba, mi hija era como sumisa, entonces yo mejor me vine porque si yo le contestaba algo (a él), por ejemplo que si ya no la quería que se fuera porque la casa era de mi hija, yo pensaba: ‘voy a causar un problema’, comenzó explicando la madre mientras sostenía un cuadro con una fotografía de la ahora fallecida.
“Yo sí creo que él fue y quiero que se haga justicia, le vengo pidiendo a Dios que esto se acabe”, aseguró entre lágrimas, al tiempo que pidió a Medicina Forense cooperar haciendo la autopsia respectiva, pues debido a la huelga que mantienen los empleados de esta institución, esto no ha sido posible y el cuerpo permanece en un cuarto frío de este establecimiento.
Según la acongojada madre, Ana Lizeth tenía miedo de Allan Antonio Franco Méndez, “él llegaba a las 10 de la noche y quería que ella lo atendiera, pero mi hija también trabajaba y entonces se levantaba como con miedo porque él llegaba brusco. Yo digo públicamente que mi hija estaba bien sumergida, como amenazada. Mi hija no se defendía de las palabras de él, yo salí como huyendo de ahí... Dejé a mi hija sola ese domingo, sin pensar...”, dijo al tiempo que su voz se quebraba y sus ojos se llenaban de lágrimas.
“Yo me fui de la casa de mi hija porque no aguanté ese estrés de sentir como que la manejaba, como si era un objeto para él, no era su esposa, era un objeto”, concluyó la mujer, que se encuentra en su vivienda en la aldea de Zambrano, esperando que se haga la autopsia para poder sepultar a la mayor de sus seis hijos.
“Mi hija era una mujer profesional, que sabía lo que quería, quería mucho a su familia”, agregó Suyapa, por lo que no cabe en su mente la posibilidad de que haya decidido quitarse la vida como asegura su yerno, quien fue capturado porque dentro de la vivienda se encontraron 11 cargadores de fusil 5.56, un cargador de pistola, 171 proyectiles de fusil, 160 casquillos de bala y 6 granadas de fragmentación trifásica.
Allan Antonio Franco Méndez fue detenido para ser acusado de portación ilegal de armas, pero la familia Hernández Cantillano pide que también se juzgue y condene como responsable de asesinar a la mujer con la que compartió más de una década.