Una serie de cuestionamientos surgen este martes tras el violento ataque perpetrado la tarde del lunes en la zona norte de Honduras.
En la masacre, registrada en el bulevar Roberto Micheletti de San Pedro Sula, murieron Raúl Hernández quien era administrador del penal de esa ciudad, un custodio penitenciario y un reo identificado como Cristhian Hernández.
En torno a este último, las autoridades han centrado la investigación del violento ataque que quedó registrado en video.
Este martes fue revelado por la Policía Nacional que el reo acribillado portaba en su pantalón una granada de mano, algo que es ilegal sobre todo en su condición como privado de libertad.
Tras el inusual hallazgo, también se conoció que la Fiscalía iniciará una investigación para determinar las razones por las que el reo se encontraba fuera del centro penal.
Adicionalmente, se conoció que el reo y el administrador del penal estaban emparentados, al parecer eran primos, por lo que el hecho que anduvieran juntos también generó sospechas.
Hasta el momento no se ha establecido quién autorizó la salida temporal del privado de libertad ni con qué propósito.
Las víctimas también se conducían en un lujoso vehículo con placa particular y no en un auto penitenciario como correspondería.
En el registro del Sistema Nacional de la Administración de la Propiedad se reporta que el propietario del automotor recientemente había pagado una multa vehicular y otra municipal, junto a su respectiva matrícula, superior a los 18 mil lempiras (18,000).
Hernández, quien presuntamente estaba ligado a la banda criminal 'Los Aguacates', cumplía una condena de 13 años y al momento del ataque presuntamente se dirigía hacia Medicina Forense de esa ciudad.
El ataque en San Pedro Sula se registró apenas unas 40 horas después de otra masacre ocurrida en la ciudad de Siguatepeque.
En esa ocasión seis personas fueron acribilladas, tres de ellas recién liberadas de la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán.
Estas tres personas, al igual que el reo que murió en la zona norte, habían sido vinculadas a la banda criminal 'Los Aguacates', razón por la que no se descarta que ambos hechos sangrientos estén relacionados.
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