Tegucigalpa, Honduras.-Una de las grandes interrogantes en torno a la desaparición y asesinato de José Octavio Sosa Méndez y sus 11 escoltas es: ¿por qué?
José Octavio, de 37 años, era uno de los principales operadores de su hermano José Rafael Sosa Méndez, un hondureño solicitado en extradición por la Corte Federal del Distrito Sur de la Florida, quien cumple una condena de ocho años de cárcel en Támara por portación ilegal de armas de fuego.
Desde 2017, José Octavio asumió el liderazgo dentro del cartel porque que José Rafael, principal cabecilla, había sido arrestado junto a seis guardaespaldas en Jutiapa, Atlántida.
Su cercanía con Rafael le permitió conocer rutas aéreas, terrestres y marítimas, así como socios e información clave en el negocio del narcotráfico.
Quizás su conocimiento sobre las redes de narcotráfico y los carteles fue lo que motivó su asesinato.
“Él habló con la DEA, se reunieron y por llamadas”, reveló a EL HERALDO una fuente que prefirió permanecer en el anonimato.
El 12 de junio de este año, José Octavio y sus 11 guardaespaldas fueron interceptados en una zona remota de Baracoa, Cortés, por un escuadrón armado encabezado por la expolicía Carlos Miguel Núñez Vega, alias “Caluy”, y José Bernabé Acevedo Murcia, alias “Berna”, conocido por sus múltiples asesinatos en la región.
Desde entonces, los familiares de las 12 personas no volvieron a saber nada de ellos.
Los vehículos en los que se transportaban fueron hallados en las profundidades del río Ulúa.
De Núñez Vega se sabe que está prófugo de la justicia. Algunos informes de inteligencia indican que se esconden en Guatemala o México.
Mientras tanto, “Berna” fue decapitado junto a otros dos sicarios el pasado 10 de octubre en la comunidad de Tegucigalpita, en Morazán, Yoro.
Estos personajes operaban su propio cartel en complicidad con policías y militares, quienes ahora son considerados “sujetos de interés” por la justicia de Estados Unidos.
El pasado jueves, la Fiscalía ejecutó un operativo en la zona norte del país, capturando a nueve integrantes de la banda de “Berna” y “Caluy”.
Se trata de Sindy Maesy Martínez, Jorge Ezequiel Meza, Marvin Javier Banegas, Luis Edgardo Martínez, Víctor Manuel Márquez, Imer Noé Guevara, Ángel Miguel Inestroza, Odiel Rodríguez y Juan Ángel Chicas, acusados de asociación para delinquir.
Aunque no enfrentan cargos por asesinato, los fiscales sostienen que tienen abiertas una serie de líneas de investigación por sospechas de que estas personas participaron en el crimen de José Octavio Sosa Méndez y sus guardaespaldas.
Todos ellos guardan arresto preventivo en la cárcel de máxima seguridad conocida como “El Pozo”, en Ilama, Santa Bárbara.