TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Parecía una pulpería (tienda de abarrotes) más, de esas que abundan en cada barrio y colonia de Honduras, pero detrás de la fachada se escondía un negocio ilícito.
Una pulpería ubicada en la zona II de la colonia Cerro Grande de Comayagüela, en la capital del país, era usada por sus propietarias para la venta de drogas, lo cual pasaba desapercibido porque al mismo tiempo comercializaban alimentos, bebidas y otros productos de uso diario.
Sin embargo, la Policía Nacional, a través de la Operación Candado, realizó un operativo en la vivienda, donde se encontró toda la evidencia del negocio ilegal y se capturó a las personas implicadas, quienes eran una madre y sus hijas.
De acuerdo al informe de las autoridades, la propietaria de la pulpería es una ama de casa de 50 años de edad, originaria de San Isidro, Choluteca y residente en la colonia capitalina antes mencionada.
Además, también se detuvo a sus hijas de 24 y 27 años, quienes son originarias y residentes de la colonia Cerro Grande. Según dijeron, se dedican a estudiar.
A las féminas se les decomisó una cantidad no determinada de polvo blanco, supuesta cocaína, 99,331 lempiras en efectivo, siete bolsas de papel aluminio conteniendo posible cocaína; dos computadoras laptops, dos tablets, seis discos duros, tres llaves de vehículos, nueve teléfonos celulares, dos libretas contables y una caja registradora.
El comisionado Miguel Martínez Madrid, dijo que son casi dos kilos de clorhidrato de cocaína los que fueron decomisados en el allanamiento.
“Tenían cámaras de seguridad y computadoras. Era un dispositivo en 360 grados de vigilancia y se comunicaban entre casas a través de escaleras”, agregó, por lo que se cree que las mujeres no estaban actuando solas en la venta y distribución de drogas.
Las autoridades creen que en los dispositivos se podrá encontrar evidencia que ayude como carga probatoria en el caso, pues se está a la espera de determinar si pertenecen a una estructura criminal.