La violencia generalizada que se vive en el país cobró la vida de dos personas más en la capital.
Se trata de Josué Daniel Zelaya Nájera, de 35 años, y su esposa Amanda Rosa Bibas, de 36 años de edad.
El doble crimen se produjo a inmediaciones de la colonia Jardines del Valle, en la calle que conduce a la Villa Olímpica, en esta ciudad.
El deceso ocurrió alrededor de las 11:30 de la noche del jueves, según manifestaron amigos y familiares de la pareja.
Los ahora occisos transitaban por el lugar a bordo de una motocicleta cuando recibieron la mortal descarga.
Al llegar las autoridades policiales y forenses a la escena del crimen, encontraron a un lado de los cuerpos la motocicleta.
El levantamiento de los cadáveres se realizó aproximadamente a las 6:00 de la mañana, ya que el hecho se reportó hasta unas horas después de ocurrido.
Según las autoridades, una de las hipótesis de la agresión es el robo de la motocicleta, acción que Josué Zelaya posiblemente intentó evitar, ante el asedio de los delincuentes.
Otra vida
Este hecho violento truncó también la vida de otro ser humano.
Doña Amanda Bibas llevaba en su vientre un bebé de seis meses de gestación, el que significaría su quinto retoño.
“Ella le pedía a su esposo que salieran a veces en la noche, por que le daban deseos de comer algo por su embarazo”, relató doña Eufemia Fiallos, madre de Amanda.
La infortunada mujer era ama de casa y para proveer recursos en el hogar vendía condimentos empacados, y también se dedicaba al comercio de zapatos y ropa en pequeñas cantidades.
Era oriunda del municipio de Mangulile, en el departamento de Olancho, pero residía desde pequeña en la capital, dijeron sus parientes.
Había procreado cuatro hijos, de edades entre los 19 y siete años, y uno que estaba a punto de dar a luz.
Radiooperador
Por su lado, Josué Zelaya laboraba como radiooperador de taxis en la empresa de este rubro conocida como City Tour, que brinda el servicio en esta ciudad. “Tenía seis años de laborar en esta empresa”, manifestó uno de los parientes que realizaba el proceso de retiro del cadáver en Medicina Forense.
Según se conoció, tenía al menos ocho años de hacer vida marital junto a Amanda Bibas. “Se nos fueron”, repetía en medio del llanto doña Eufemia Fiallos, madre de Amanda