El 7 de septiembre de 2010 vivió la peor de las pesadillas. Este fin de semana la historia se repitió, pero esta vez fue él la víctima mortal.
Miguel Ángel Alas, de 47 años, dueño de un taller de zapatería que fue el escenario de la masacre de 17 jóvenes trabajadores, fue asesinado el sábado a la 1:00 PM, cuando dos desconocidos entraron al negocio y dispararon contra él.
Alas había trasladado su negocio a la 15 calle y 16 avenida del barrio Cabañas luego de la matanza en la que también perdió la vida su hijo Franklin Alas Reyes (26) junto al resto de operarios en el desaparecido taller Kristopher, el cual funcionó por más de 10 años en la colonia Valle de Sula Uno.
En aquella ocasión se salvó de milagro porque salió a hacer unas compras tan solo unos minutos antes de que llegaran los criminales.
El ataque
El cuerpo de Alas quedó tendido frente a la mesa donde elaboraba su calzado.
En el momento del sangriento hecho se encontraban ocho trabajadores dentro del taller. Un testigo contó que los criminales llegaron preguntando el costo de los zapatos, y al reconocer a Alas le infirieron varios disparos hasta quitarle la vida. Miguel Alas era padre de cinco pequeños, quienes lloraban frente al taller la muerte de su padre.
Las autoridades no descartan que los hechos del 7 de septiembre de 2010 y la muerte de Alas estén relacionados.
“Serán los cuerpos de investigación los que determinarán si hay vínculo. Los delincuentes entraron y no hirieron a nadie más. Venían buscando al señor”, declaró el subcomisario Willian Ortiz.