LA VENTA, HONDURAS.-A pasar unos días de esparcimiento donde sus parientes en el sur del país viajaba una familia sampedrana, pero su paseo se convirtió en una total pesadilla antes de llegar a su destino.
Al volante de su vehículo, un Toyota Tacoma, tipo pick-up, iba don Francisco Aguirre, jefe de la familia. Junto a él iban seis personas más, su esposa, un hijo, su nieto y tres amigos de la familia, de acuerdo con la información preliminar.
Desde horas tempranas de la mañana partieron de San Pedro Sula, su destino era la ciudad de Choluteca. De los 415 kilómetros que hay entre las dos ciudades ya habían recorrido la mayor parte.
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Alrededor de las 2:30 de la tarde, y después de haber pasado por Tegucigalpa, transitaban por el kilómetro 54 de la carretera hacia el sur del país, justo en la cuesta Moramulca, luego del desvío al municipio de La Venta.
Según relatos de personas que pasaban por ese sector al momento del percance, el carro conducido por don Francisco Aguirre rebasó a otro automotor. En ese instante, otro vehículo venía del sur hacia la zona central y, para no colisionar de manera frontal, Aguirre lo esquivó, pero este movimiento provocó que su carro se fuera directo a una profunda hondonada.
Cayeron al fondo del abismo
Fueron unos 100 metros aproximadamente los que el carro rodó por el escarpado terreno, hasta detenerse en una enorme roca.
Varios ciudadanos que transitaban por el lugar detuvieron la marcha de sus carros para ver cómo la familia caía estrepitosamente al vacío.
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Al bajar, pudieron constatar la tragedia. Cuatro de los siete ocupantes, entre ellos el niño, murieron casi de forma instantánea producto de los golpes severos y del aprisionamiento del que fueron objeto sus cuerpos, ya que el carro quedó convertido en un amasijo de hierro.
A pesar del fuerte del impacto, tres jovencitos lograron sobrevivir, aunque con traumatismos severos.
Los fallecidos fueron identificados como Francisco Aguirre Pastrana (70), su esposa Marta Esperanza Gúnera Merlo (64), el hijo de ambos Ever Omar Aguirre Merlo (38) y el hijo de este, César Andrés Aguirre Ramos, de dos años.
Entre tanto, los heridos responden a los nombres de Ever Baquedano, Edwin Alberto Pérez, ambos de 18 años de edad, y una menor de 17 años, de quien por razones legales no se detalla su identidad. Los tres fueron ingresados al Hospital Escuela por paramédicos de la Cruz Roja Hondureña. En cambio, los cuerpos fueron extraídos del carro por elementos del Cuerpo de Bomberos.
Investigan las causas
Agentes de la Policía de Carretera y de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNTV) llegaron al lugar del accidente para tomar parte de lo ocurrido e investigar las causas. Los cuerpos fueron levantados por personal de la morgue del Ministerio Público y traídos hasta la capital para practicarles las respectivas autopsias. El viernes, en horas de la noche, esperaban que familiares llegaran a reclamarlos.
