SAN LORENZO, HONDURAS.- Un presunto conflicto entre la Mara Salvatrucha (MS-13) y vendedores de droga independientes habría derivado en el asesinato de cinco personas la tarde del sábado en la ciudad porteña de San Lorenzo, en la zona sur del país.
Hombres armados con pistolas automáticas irrumpieron en un humilde vecindario de la periferia de San Lorenzo conocido como La Pista minutos después de las 4:00 de la tarde. Detalles en poder de la Policía Nacional indican que cuatro sujetos llegaron a ese lugar a bordo de motocicletas.
Rápidamente bajaron de ellas, encañonaron a cinco hombres que estaban en el patio frontal de la casa, presuntamente en el procesamiento de marihuana para ser distribuida, y los introdujeron en una pequeña casa de bajareque; ya dentro de la vivienda sacaron a los niños que estaban allí, luego pusieron boca abajo a los cinco adultos y acto seguido los ejecutaron a disparos.
El sonido de las ráfagas de disparos causó histeria entre los moradores de La Pista, que no tuvieron más opción que encerrarse en sus casas. Los sicarios salieron huyendo del sector a bordo de sus motocicletas, dejando una estela de llanto y dolor entre los pequeños que prácticamente presenciaron el asesinato de sus padres.
Las víctimas mortales
Los fallecidos fueron identificados como Eleuterio Castillo Domínguez (31), Alexander Castillo Godínez (23), alias “Chimba”; Marco Antonio Espinal Gutiérrez (23), José Armando Mendoza (21) y Ever Noé Hernández Ordóñez (17); este último pereció cuando era ingresado en estado grave al Hospital de San Lorenzo.
Investigaciones
De acuerdo con las investigaciones preliminares realizadas por la Policía, los fallecidos eran parte de una estructura de venta de drogas en la zona sur del país, los que estaban obligados a pagar un monto semanal por la venta de alucinógenos a la MS-13.
Sin embargo, estos no habían cumplido con ese pago a la MS-13, por lo que en represalia esa organización criminal ordenó ejecutarlos. En la escena de la masacre, los agentes de investigación encontraron 14 casquillos percutados de calibre 9 mm y un arma de fuego tipo fusil propiedad de “Chimba”.
Varios de los fallecidos eran oriundos de la comunidad de Puerto Grande, Amapala. Los cuerpos fueron entregados a sus parientes en lugar de su muerte.
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