TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Sus familiares lo vieron por última vez la noche del 5 de febrero cuando decidió salir a divertirse a una fiesta, sin embargo, horas más tarde se confirmó su trágica muerte a manos de desconocidos.
Josué Ávila Ortega, de 27 años de edad, perdió la vida a puñaladas presuntamente tras ser interceptado por malhechores que lo atacaron con arma blanca en la Aldea La Pancha de Santa Lucía, Francisco Morazán.
Su cadáver quedó a escasos metros de un centro educativo, hasta donde llegaron al menos cuatro familiares a reconocerlo entre lágrimas y confusión.
No volvió a casa
Según testimonio de parientes, el joven salió de su casa la noche del sábado 5 de febrero para asistir a una fiesta con sus amigos. Tras despedirse de todos fue a divertirse. La tragedia se confirmó en horas de la mañana del domingo, cuando les avisaron que su cuerpo sin vida estaba tirado en la vía pública.
Hasta ahora se desconocen los motivos del ataque, pues parientes de Ávila Ortega aseguraron que no tenía problemas ni enemistades con nadie.
Autoridades hondureñas realizaron el levantamiento del cadáver; investigan los hechos.
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Ola de violencia
El cadáver de otra persona fue hallado la mañana de este domingo. El suceso se reportó en la colonia 28 de marzo de Tegucigalpa, capital de Honduras.
Vecinos que transitaban por la zona notaron un bulto extraño en la vía pública y al acercarse comprobaron que tenía rastros de sangre. De inmediato dieron aviso a las autoridades, quienes minutos después llegaron al sector y confirmaron que se trataba de un cuerpo sin vida envuelto en sábanas.
Hasta ahora se desconoce la identidad y sexo de la víctima.
