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San Pedro Sula, Honduras.- Como una madre amorosa, entregada y una buena hija, así describió Sandra Elizabeth Izaguirre a su hija Rosa Delia Rodríguez, de 22 años de edad, quien murió trágicamente a eso de las 5:00 p.m. del miércoles luego de recibir una descarga eléctrica cuando recogía ropa en su casa en la colonia Canaán de Chamelecón, en el norte de Honduras.
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Familiares y vecinos acompañaban a la acongojada madre, que en medio de su dolor velaba los restos de la mayor de sus nueve hijos en su humilde casa. Entristecida contó que la desgracia que le arrebató a su hija ocurrió en un “abrir y cerrar de ojos”.
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“Un minuto bastó para que mi hija muriera electrocutada. Ella estaba recogiendo una ropa seca de un alambre y creemos que un alambre de luz estaba pegando en un tamarindo en el que estaba el alambre amarrado. La verdad no nos explicamos. Ella quedó pegada de las dos manos y cuando la auxiliaron y la despegaron del alambre, ella ya estaba inconsciente. Luego me avisaron y cuando la llevamos a la Cruz Roja ya iba muerta”, explicó doña Sandra.
Nietos
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Demostrando mucha fortaleza, Izaguirre manifestó que ahora que su hija no está, ella se hará cargo de sus dos nietas, ya que un día así se lo prometió.
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“Me duele porque ella deja dos niñas, de dos y tres años, y la mayorcita vio lo que le pasó y ahora dice que a su mamá la mató la corriente. Yo le prometí que si un día ella faltaba, yo cuidaría de las niñas”, recordó.
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Y prosiguió: “Mi hija era lo más bello que podía haber como madre, me duele porque ella era la que pasaba conmigo y siempre me cuidaba y pasaba pendiente de mí. Es un dolor insoportable recordarla cada segundo y no tenerla más, pero todo lo que Dios hace está bien hecho”, manifestó entre lágrimas.
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La pérdida de Rosa Delia también ha dañado a su padre Edi Rodríguez, quien con la voz entrecortada solo dijo que su hija era “una buena muchacha”.
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Familiares expresaron que el cuerpo de Rosa Delia sería sepultado este día en Sula, Macuelizo, Santa Bárbara, de donde era originaria.
