Un niño de apenas tres años de edad perdió la vida la madrugada de este miércoles, minutos después de ser inyectado, en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, al norte de Honduras.
De acuerdo con la información de sus familiares, el pequeño fue llevado al centro asistencial por su madre, luego de presentar una complicación en las vías urinarias.
A su llegada al Catarino Rivas, el niño fue atendido por el personal de enfermería, quien a eso de la 1:30 de la madrugada del miércoles recibió una inyección. 15 minutos más tarde, no tenía signos vitales.
Según explicó la doctora Eva Rivera, subdirectora del centro asistencial, el niño solamente estaba recibiendo suero y lo que se le realizó fue el protocolo previo a la cirugía.
'Se ha realizado la investigación correspondiente, el diagnóstico final del hospital es una muerte súbita, pero será Medicina Forense quien dictamine el diagnóstico', aseguró Rivera.
La galena agregó que las anomalías que presentaba el menor podrían haber estado acompañadas de aneurisma cerebral -una zona débil en la pared de un vaso sanguíneo- o problemas cardíacos.
Hasta el momento Medicina Forense no ha oficializado la causa del deceso del pequeño.