TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A pesar de haber estado bajo la condición de suspendido de sus labores operativas como oficial de la Policía, el inspector de Policía, Wilfredo Gonzalo Salazar Barahona, continuaba devengando un salario por parte del Estado.
A este y otros datos tuvo acceso EL HERALDO mediante una fuente ligada a la Secretaría de Seguridad, quien confirmó tal extremo en torno a la situación laboral que tenía el ahora extinto Salazar Barahona. El agente fue ultimado el fin de semana junto a otras dos personas en San Pedro Sula.
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“No podía ejercer ninguna función operativa ni administrativa dentro de la Policía, además, no podía utilizar ningún tipo de indumentaria policial hasta que el mando se lo hubiera ordenado nuevamente, en caso de ser así”, recalcó la fuente.
A pesar de estar suspendido desde el 2005, año en que se dio su captura en la capital de la República, “él estaba devengando salario hasta que él tuviese una sentencia por parte del tribunal en el que se conoció dicha causa”, explicó la fuente. El inspector fue capturado por agentes de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (Dlcn), en la estación policial de la colonia San Miguel, donde estaba asignado en el momento que surgió la acusación en su contra, por complicidad para el tráfico de drogas.
Desde ese momento, el Estado entregó mensualmente su salario a Salazar Barahona, a pesar de no laborar y gozar de medidas distintas a la prisión.
El proceso legal estaba en la etapa de juicio oral y público, listo para dictar sentencia, sin embargo, cada vez que se acordaba una fecha era pospuesta por distintas razones; por ausencia de los jueces, enfermedad del sindicado o por cualquier otro motivo. No había sido cancelado de la Policía Nacional debido al proceso judicial que llevaba en los tribunales.
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