TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el marco de la celebración del día del amor y la amistad, las autoridades penitenciarias autorizaron las visitas conyugales a los módulos de máxima seguridad del Centro Penitenciario Nacional de Támara, donde se encuentran recluidos peligrosos mareros y pandilleros.
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Sin embargo, los mandos intermedios de la prisión (entre ellos un subcomisario de apellido Sauceda) solamente ordenaron el ingreso al recinto carcelario a los familiares de los integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13).
La determinación desató la furia de los integrantes de la Pandilla 18, que sacaron sus armas de grueso calibre y comenzaron a disparar contra los mareros y sus familiares que se encontraban departiendo en las afueras del módulo bajo la custodia de policías penitenciarios.
Luego del tiroteo cuatro personas resultaron con heridas de bala. Entre ellos un cabecilla de la MS-13 y tres agentes penitenciarios.
Todos fueron trasladados hasta centros hospitalarios de la capital para ser atendidos.
Versión del INP
Digna Aguilar, vocera del INP, detalló que los heridos “están fuera de peligro recibiendo atención médica”.
Además adelantó que las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario han solicitado “ayuda a otras élites policiales para poder realizar acciones y así hacer un registro para que se pueda esclarecer bien” qué ocurrió.
Debido a que la balacera duró varios minutos, se generó un caos en el recinto penal, por lo que de inmediato las autoridades solicitaron la presencia de ambulancias para atender a las personas heridas.
Después del tiroteo, las autoridades del centro penal de Támara solicitaron apoyo a otras unidades elites de la Policía Nacional para ejecutar un registro y decomisar las armas que fueron utilizadas para cometer el atentado criminal.
Violencia en las cárceles de Honduras
Los hechos violentos son recurrentes en el interior de los centros penales, pues el pasado 2 de febrero fue asesinado en el interior de la cárcel de máxima seguridad en Ilama, Plutarco Ruíz.
Dos privados de libertad le quitaron la vida a balazos cuando caminaba por uno de los pasillos de “El Pozo”, sin que hasta la fecha las autoridades penitenciarias hayan informado las causas por las que dos privados de libertad le quitaron la vida a balazos.
La falta de controles en los centros penales por parte de las autoridades, contribuyen para que los miembros de maras y pandillas adquieran armas automáticas y cometan crímenes en el interior de los centros penales.
