Tegucigalpa, Honduras
A las 9:00 de la noche del viernes anterior, Arnold Espinoza Amador, de 26 años, y su esposa salieron a la pulpería en busca de unos pañales para una de sus niñas.
La pareja de jovencitos circulaba por las oscuras calles de colonia La Pradera, en Comayagüela, cuando unos cinco sujetos los interceptaron de forma violenta.
Los hombres que andaban a pie amenazaron a Espinoza Amador con pistola y dejaron que su esposa se diera a la fuga.
La mujer, desesperada, buscó ayuda con agentes de la Policía Nacional y Militar porque temía por la vida de su pareja, sin embargo, no tuvo respuesta inmediata.
Familiares del muchacho comenzaron a buscarlo por varios lugares de la colonia, pero no lograron dar con su paradero.
Al parecer los hombres se lo llevaron caminando por toda la colonia La Pradera hasta una parte oscura de la colonia Milenium Sur, a la orilla de la calle que conduce a Tiloarque.
Al llegar al lugar, los cinco malvivientes le quitaron la vida de varios impactos de bala.
El cuerpo fue reportado en horas de la noche por vecinos de la zona y a eso de la 1:00 de la madrugada la Dirección General de Medicina Forense (DGMF) llegó a realizar el levantamiento de ley.
Al momento que las autoridades hicieron el levantamiento del cadáver, no portaba documentos, por lo cual fue ingresado en carácter de desconocido a la morgue capitalina.
Los familiares, desesperados, continuaron con la búsqueda en horas de la mañana, logrando identificarlo en la morgue capitalina.
La jovencita, esposa de la víctima, estaba completamente desconsolada e impotente ante la muerte violenta de su pareja.
Familiares del ahora occiso recordaron que anoche los esposos decidieron ir a comprar los pañales para su niña pequeña, pero afuera estaban los delincuentes.
Sorpresivo
Espinoza Amador era un hombre trabajador, que se dedicaba a mantener a sus tres niñas de seis, cinco y dos años, respectivamente.
Últimamente para llevar el sustento a su casa trabajaba lavando carros en un car wash de la colonia Loarque de la capital.
Pero él hacia de todo para cumplir en su hogar, dijo una de sus familiares al momento que reclamaban el cadáver de la DGMF.
Debido a lo anterior resulta extraño que haya muerto de esa forma, porque tampoco le conocieron enemigos o que tuviera problemas con alguien en particular.
En ese sentido, los familiares esperan que las autoridades den con los responsables del crimen.