TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La noche del 26 de agosto fueron retirados de la morgue capitalina los restos mortales de las cuatro víctimas que murieron en la masacre ocurrida en la aldea Oloas de Yamaranguila, departamento de Intibucá.
María Suyapa Gómez Zúniga, quien era esposa y madre de las víctimas, se mantuvo a las afueras de la Dirección General Medicina Forense junto a otros familiares, esperando los cuerpos que finalmente le fueron entregados.
“Vamos a velarlos y darles sepultura el día de mañana”, expresó la mujer entre lágrimas la noche de ayer, sábado.
Mataron a mis bebés
Por otra parte, la acongojada madre lamentó que sus pequeños hayan muerto de esta manera por “un pleito de tierras”.
“Ellos eran indefensos, unos niños que estaban estudiando y no se tocaron el alma para matar hasta mis bebés”, manifestó Gómez entre llanto.
Adicionalmente, señaló que se había dado cuenta de la captura de dos individuos que habrían participado en la masacre. Sin embargo, exige a las autoridades que arresten a otros involucrados, entre ellos, dos hombres más y una mujer de nombre Bárbara Sánchez a quien señala como autora intelectual del crimen.
Origen del crimen
María Gómez trajo a mención que esta tragedia ocurrió por un terreno y la avaricia de la sospechosa en mención.
“Esto pasó por una propiedad de tres hermanos, de él y dos más. Mi esposo ya es finado, el mayor que le dejó el documento a él ya murió también, solo quedó Inocencio”, relató.
No obstante, señaló que Bárbara Sánchez había empezado a meterse en el terreno y que por ende, su esposo ahora fallecido decidió vender su parte de la propiedad en ese momento.
Agregó que esta acción habría causado incomodidad dado a que Bárbara “quería todo el terreno para ella”.
Antecedentes
María Gómez relató que la noche de la masacre ella escuchó varios disparos de arma de fuego. Por consiguiente, envió a otro de sus hijos a ver qué ocurría, pues se encontraban tapando baches en la carretera.
La mujer mencionó que el enviado encontró a su padre y a sus tres hermanos muertos y calcinados.
Cabe recordar que las víctimas respondían en vida a los nombres de Gilberto Bautista de 42 años, de oficio agricultor; Eduardo Josué Bautista Gómez (19), agricultor; Allan Fernando Bautista Gómez (11) y Erlin Santiago Bautista Gómez de 9 años de edad.