TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En la tarde de este domingo -30 de junio- un poblador alertó sobre el hallazgo de un cuerpo cerca de donde se fueron encontrados cuatro jóvenes sin vida, quienes desaparecieron durante una mudanza en Tegucigalpa, capital de Honduras.
En los próximos minutos las autoridades estarían trasladándose al sector para verificar y confirmar si se trataría de Elvin Josías Izaguirre Galindo, el quinto joven del grupo.
El hallazgo se habría producido en el cerro Carranales del municipio de Tatumbla en Francisco Morazán, por unos pobladores de la zona.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado si se trata de Elvin, de 20 años, sin embargo, la información preliminar indica que el cuerpo está en avanzado estado de descomposición y con signos de tortura, tal y como se encontraban los demás.
Esta tarde, los cuerpos de sus cuatro amigos asesinados por miembros de la Pandilla 18 fueron entregados desde la morgue para su sepultura.
Los vehículos fúnebres aguardaban para trasladar los ataúdes, sellados debido a su avanzado estado de descomposición, al cementerio San Miguel Arcángel de la aldea Las Casitas.
Roger Coleman y Annie Villatoro, pareja entre las víctimas, fueron sepultados juntos, mientras que Alejandro Aceituno y Kenneth Cruz recibieron sepultura en extremos opuestos del cementerio mencionado anteriormente.
Padre del joven denunció falta de comunicación con las autoridades
El padre del joven desaparecido, Elvin Izaguirre, manifestó a EL HERALDO su preocupación y frustración por la falta de comunicación por parte de las autoridades.
Según él, la Policía Nacional no ha mantenido una comunicación constante ni clara con la familia, lo que ha llevado a una sensación de abandono.
Izaguirre expresó que se enteraba de los avances del caso a través de los noticieros en lugar de recibir información directa de las autoridades asignadas al caso.
“Yo quisiera que fueran ágiles, aun en estos últimos momentos tuvieran esa agilidad de responder de buena manera”, dijo.
Pandilleros los hicieron caminar hacia sus muertes
Según la hipótesis de la Policía, los cuatro jóvenes desaparecidos fueron obligados por pandilleros a caminar hacia sus muertes la noche del mismo domingo en que desaparecieron. Los cuerpos de Roger Coleman y Annie Villatoro fueron encontrados aproximadamente a dos horas de distancia a pie desde el centro del pueblo.
Una hora después y tras atravesar un río crecido, las autoridades localizaron los cuerpos de Kenneth Cruz y Alejandro Aceituno. Uno de ellos estaba sin camisa y solo con un pantalón de mezclilla, mientras que el otro también usaba una camisa, pero en la parte inferior del cuerpo solo llevaba puesto un bóxer.
Se sospecha que los pandilleros obligaron a las segundas víctimas a caminar hacia el lugar donde posteriormente serían ejecutadas, tras haber presenciado el asesinato de los primeros dos jóvenes.