Sucesos

VIDEO: 'Tenía miedo de abrir los ojos'

La joven madre dijo que no pudo dormir la noche de su liberación, ya que pensaba que su libertad era un
sueño y le daba miedo despertar otra vez en prisión.

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25.03.2014

Un día después de recuperar su libertad tras ser enjuiciada por el secuestro y asesinato del periodista Ángel Alfredo Villatoro, Jessica Zambrano trata de recuperar el tiempo que perdió lejos de su familia.

La joven madre de un pequeño de 6 años nos recibió en su humilde vivienda, tras descansar su primera noche en casa y junto a su hijo, después de 22 meses de reclusión en la Penitenciaría Nacional Femenil de Adaptación Social (PNFAS).

Aquí la entrevista concedida por Jessica a ElHeraldo.hn:

¿Qué se siente estar de regreso en casa?
Es difícil estar pagando algo que uno no ha hecho y Dios lo sabe, Dios es grande, Él tiene el control sobre todo, no es posible estar pagando por algo que uno no ha hecho y Dios lo sabe. Pero Dios dice ‘mía es la justicia’ y yo le gradezco mucho a Él por todo, por mi familia y porque me ha puesto más amor por mi familia, para mi hijo que lo amo mucho.

¿Cómo fue la primera noche en casa?
Feliz con mi hijo, feliz con él.

¿Logró dormir bien?
No, casi no, pensaba que era un sueño, decía yo que iba a despertar y al abrir los ojos iba a estar allá, pero Dios es grande y le agradezco lo que ha hecho por mí. Él siempre ha estado conmigo y Él nunca nos ha desamparado.

¿Cómo cambio su vida esta experiencia?
Es mucha experiencia, para la próxima, si me roban el celular reportarlo inmediatamente porque nadie sabe qué se puede hacer con un celular.

¿Cómo fue el encarcelamiento?
Es un trauma psicológico vivir con personas que yo nunca había vivido, es difícil porque en la cárcel hay de todo, no todas son de mal corazón.

¿Cómo fue el primer día que llegaron a Támara?
Yo sentí horrible, sentí miedo, pero cuando me miraban llorando me decían que no me preocupara, que Dios me iba a sacar.

¿Qué les decían las reclusas?
Nos decían: Dios está con ustedes, no se pongan a llorar, ya el poder de Dios estaba con nosotros.

Y ayer que salieron libres, ¿qué les dijeron?
Estaban alegres todas, que Dios es grande nos decían.

¿Qué lamenta de toda esa experiencia?
Ver los diplomas de mi hijo y saber que yo no pude disfrutarlo con él, me entristecía no vivir momentos con él, siempre le decía a Dios que quería estar con mi hijo, mis padres, con mi familia.

Pero no estaba sola, tenía a Katlin
Miraba a mi hermana sufrir porque ella tiene derecho a vivir lo que un joven anhela vivir, yo le decía ‘no te preocupés ya vamos a salir’ y ella siempre se ponía triste. Dios sabe que jamás tendríamos una maldad para una persona.

¿Qué sintió al entrar a su casa?
Vi diferente la casa, es extraño después de estar tanto tiempo encerrado, solo Dios le da fuerza a uno para seguir adelante y Él fue el que nos dio la fuerza para mantenernos firmes.

¿Qué recuerda de esos días de encarcelamiento?
Todos los días no me cansaba de pedirle a Dios, iba a todas las iglesias de allí, porque allí llegan infinidades de iglesias, daba el nombre mío y el de mi hermana porque yo creo en las oraciones y muchas llegaron y hasta de personas que no conocemos. Dios es un Dios de oportunidades, hay que aprovechar y tenemos que vivir el día como si fuera el último día y aprovecharlo con nuestra familia, ir a lugares, servirle a Dios.

Tras su detención, ¿los encararon con la familia de Alfredo Villatoro o con Los Osorio?
No, no tuvimos ningún contacto, pero fue horrible.

¿Siempre estuvieron con Katlin?
Nos cambiaron de dormitorio, pero después nos pusieron juntas otra vez.

¿Cómo se entretenían?
Íbamos a todos los cultos y aprendimos manualidades, tenemos el diploma.

¿Cuáles son sus proyectos ahora?
Educar a mi hijo, que sea un profesional y que sea una mejor persona, eso es lo que anhelo para mi hijo. Fueron dos años que estuve sin él, pero lo amo más, mucho más, ahora lo voy a cuidar más, más y más.

¿Qué pasó cuando llegaron anoche a la iglesia?
Muy feliz, fue bonito estar con los jóvenes y los pastores, estaba muy feliz, ahora estoy más agradecida con Dios, tengo que darle las gracias por todo.

¿Cómo resumiría esa experiencia en Támara?
Es una experiencia fea, horrible, pero Dios daba la fuerza para seguir adelante y nos dio la fuerza, estuvo con nosotras, nunca nos dejó solas.

¿Que sintió cuando las declararon inocentes?
Para mí fue una felicidad, porque Dios hace justicia, porque si no es por Él no nos movemos y Él habla hasta por medio de nosotros y pienso servirle a Dios, entregarle a toda mi familia a Él. Es un testimonio grande, y primero Dios nos permita dar el testimonio en las iglesias de lo que Él hizo.

¿Cuál es su concepto de Támara?
Hay mucha gente inocente

¿Regresaría a Támara?
Iría a dar mi testimonio, al tiempo de Dios, ahorita no. Dios quiere que le sirvamos.

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