Tegucigalpa, Honduras
La Antigua Penitenciaría Central (APC), declarada monumento nacional en 2002, los restos de la Empresa Agua y Luz, el gimnasio Rubén Callejas Valentine y el Museo Villa Roy son antiguas edificaciones que hoy en día permanecen sin atención.
Los planes para recuperarlos han surgido cada año, pero nunca se concretan por la falta de fondos.
Para ejemplo, el Museo Villa Roy ha sido considerado como un proyecto de alta prioridad por su historia, pero a la fecha no han sido aprobados los recursos para recuperarlo. Para este proyecto se requieren 8.3 millones de lempiras.
Claudio Pérez, subgerente de administración del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), informó que a la fecha se han realizado gestiones con el gobierno central para buscar los recursos, sean nacionales o de cooperación externa.
“Este proyecto es considerado como de alta prioridad para el gobierno, pero se está a la espera de la aprobación de los fondos, pues de esto depende que se inicien los trabajos de rescate del edificio”, manifestó Pérez.
En el caso de la APC al igual está a la espera de que se restauren las instalaciones que aún quedan en pie ya sea para convertirlos en museo o en un centro cultural.
De acuerdo con el arquitecto Arturo Suárez, el vetusto inmueble de la Empresa Agua y Luz se pretende recuperar a través del plan Distrito Cultural Legislativo, lanzado a finales de 2015 por las autoridades del Congreso Nacional a través del cual se busca la recuperación de varios edificios históricos del centro capitalino.
Para la ejecución de esta iniciativa se requieren 200 millones de lempiras.
“Han existido varias propuestas para lo que se conoce como la antigua Empresa de Energía Eléctrica y la última es en el marco del Bicentenario de Independencia”, declaró Suárez.
Otra de las razones que ha motivado su rescate es porque en su interior había un mural sobre la generación de energía, obra del artista Arturo López Rodezno, misma que se perdió con el paso de los años.
En proceso de recuperación
En la ciudad al igual han surgido proyectos de rescate de dos inmuebles patrimoniales, uno de ellos es la Escuela Nacional de Bellas Artes.
En este edificio, que data del siglo XIX, se invierte 3.1 millones de lempiras en obras que consisten en cambio de techo y de cielo falso, reconstrucción de suelos, sanitarios y otras no menos importantes. “La pared colapsada fue la razón para solicitar la ayuda y así se procedió a la intervención, ahora en febrero entregaremos este proyecto”, declaró Francis Argeñal, directora de Control de Proyectos del Instituto de Desarrollo, Agua y Saneamiento.
La otra intervención se realiza en la histórica Casa Ramón Rosa, mandada a construir en 1876 por el doctor Ramón Rosa, misma que en la actualidad es sede de la Fundación para el Museo del Hombre Hondureño.
Este inmueble, ubicado en la avenida Cervantes, ha sufrido daños significativos en el techo, paredes y las instalaciones eléctricas, por lo que a un costo de 3.8 millones de lempiras ha comenzado a recuperarse.
También se realizan gestiones para remozar la Biblioteca Nacional Juan Ramón Molina, luego que se culminaron las obras de mitigación para evitar la caída de una pared.
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