La amenaza de extorsión desequilibró y llevó hasta el cierre al antiguo Instituto Modelo de la capital.
Con ello, 320 alumnos deben buscar espacio en un nuevo centro educativo y unas 100 personas han quedado sin empleo, entre docentes y personal administrativo.
En las últimas horas, decenas de padres de familia acudieron al centro estudiantil para solicitar el traslado de sus hijos.
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La decisión de los progenitores se debe al miedo a que sus retoños resultaran afectados por la inseguridad que se experimenta en la colonia Nueva Esperanza, zona donde se encuentra instalado el centro educativo.
Melissa Valladares, directora del centro educativo, informó que hasta el mes de marzo la institución estará abierta para trámites administrativos, de 8:00 AM a 12:00 del mediodía y que permanecerá resguardada.
Según la docente, desde ya contemplan retomar la formación de niños y jóvenes en otras instalaciones.
“El cierre no es por nuevas amenazas de extorsión, sino por la propia desconfianza que ha generado la situación entre los padres de familia, docentes y alumnos”, detalló Valladares.
Una madre de familia, que pidió no revelar su nombre, expresó que decidió trasladar a su hija por la inseguridad y no por falta de la calidad educativa que brinda el centro escolar.
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Además, la señora informó que les preocupa la notificación de la administración del centro escolar sobre que el pago de la matrícula, que fue de unos 1,200 lempiras, no les será devuelto.
Los familiares y estudiantes revelaron que ninguna de las autoridades del centro educativo se habría presentado a las instalaciones del Instituto desde que se retornó a clases el pasado lunes 20 de febrero, luego de una semana de haber permanecido cerrado.
En el caso de los alumnos, del total de la matrícula, unos 100 habían comenzado a acudir de manera regalar a las clases. Así como los docentes, quienes se habían encargado de dialogar con los padres de familia.
Otros casos de amenazas
Carlos Sabillón, representante de la Asociación de Institutos Privados de Honduras, recordó que este no sería el primer caso de extorsión que provoca el cierre de un centro educativo en la capital.
“Por ejemplo, hace algunos años, el Instituto Tegucigalpa tuvo que dejar de funcionar producto de la delincuencia, y otro centro educativo que se localizaba en la colonia 21 de Octubre tuvo que trasladarse para no cerrar sus puertas”, manifestó Sabillón.
Asimismo, condenó que “el mayor responsable de este problema es el gobierno, porque no han atacado las causas sociales de esta dificultad que ataca a las ciudades”.
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Asimismo, Héctor Napoleón Bonilla, tiular de la Dirección Departamental de Francisco Morazán, solicitó a las autoridades el apoyo para resguardar los centros educativos más vulnerables.
“El 20% de los institutos del Distrito Central han sido víctimas de la delincuencia, tenemos problemas con el Saúl Zelaya Jiménez, la matrícula se redujo en un 30% en el centro este año”, dijo Bonilla.