Las llamas aún amenazan la tranquilidad de los bosques. Esta vez la aldea Zarabanda ubicada entre los municipios de Santa Lucía y Valle de Ángeles fue el escenario del fuego que acaba sin piedad con la población de árboles.
Pese a que una gran parte del fuego ha sido controlado por miembros del Instituto de Conservación Forestal, Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Bomberos, la amenaza de las llamas continúa.
Tras los incendios que acabaron con al menos 400 hectáreas de bosque en la zona de El Hatillo y El Picacho, el temor sigue entre los vecinos del sector, quienes aún ven con temor que el fuego regrese y acabe con lo que inició.
Mientras, las autoridades continúan con las investigaciones para dar con el paradero de los responsables de provocar el voraz incendio, por quienes se ofreció unos 250 mil lempiras de recompensa.