Tegucigalpa, Honduras
“El chis, chis” de la lluvia que predominó el sábado recién pasado en la capital pasó factura en las primeras horas del domingo.
Eran las seis de la mañana cuando el desprendimiento de enormes rocas en el sector 7 B de la colonia Villa Nueva estuvo a punto de causar una tragedia mayor.
Y es que las enormes piedras se desgranaron desde la parte alta de la comunidad hasta inundar la calle que conduce hacia el oriente del país.
Por causa del derrumbe de la tierra, similar al barro, y piedras de más de siete metros de alto unas 13 viviendas quedaron en riesgo por la inestabilidad del suelo.
Entre el grupo de casas que amenazan con ceder se encuentra la de Victoria Pineda, capitalina, que relató que hace unos días habían comenzado a mejorar el inmueble.
Al momento del derrumbe Pineda se encaminaba a su trabajo, había salido unos minutos antes de las 6:00 de la mañana cuando en el trayecto mediante una llamada telefónica se enteró de lo sucedido.
Recordar el momento en que conoció que su casa está por caer hace enmudecer a Pineda, mientras una tormenta de lágrimas cae por sus mejillas.
La mitad del patio trasero de la vivienda cedió y cayó metros abajo, por lo que teme perder su patrimonio.
“Con mucho esfuerzo estábamos trabajando para ampliar nuestra casita, pero todo eso fue en vano, ya que no se puede vivir ahí, no nos dio tiempo de sacar nada”, dijo la afectada. A su vez trata de encontrar consuelo y agradece a Dios.
“Tuvimos mucha suerte ya que todos estamos bien, las cosas materiales se recuperan”.
Unos metros arriba de donde se encontraba el hogar de Pineda se observa la casa de Héctor Canales, quien desde hace unos 18 años reside en la zona.
“Me levanté después de las 5:30 de la mañana, salí al patio como es costumbre, paso un rato, luego cuando me estaba cambiando para construir unas gradas escuché un fuerte ruido, salí a ver y ya no estaba el patio trasero de la casa de los vecinos”, manifestó Canales.
Reporte de daños
En el lugar, debido al peligro, fueron evacuadas más de 30 personas.
“Le pedimos al gobierno que nos ayude, no queremos perder nuestros hogares, ya que durante años hemos luchado para levantarlos”, expresó el entrevistado.
Según testigos, en el instante en que se registró la caída de las rocas, una unidad del transporte urbano estuvo a punto de ser aplastada.
“Fueron segundos los que evitaron una tragedia mayor, gracias a Dios no hubo pérdida de vidas”, dijo un poblador que observó el momento en que cedió el bloque de piedras.
Por su parte los cuerpos de socorro reportaron que dos menores resultaron con lesiones, una niña sufrió una fractura en una pierna y otro menor resultó son rasguños en su rostro al rozarle unos cables del tendido eléctrico. Ambos infantes fueron trasladados al Hospital Escuela Universitario.
El Cuerpo de bomberos enlistó cuatro familias afectadas de manera directa, integradas por 33 personas, 21 adultos y 12 niños.
Habilitación del paso
Un contingente de elementos de Copeco, Cuerpo de Bomberos, Empresa Energía Honduras (EEH) y Alcaldía Municipal, entre otras instituciones, trabajaron durante unas ocho horas para habilitar el paso vehicular en la zona.
“Realizamos un trabajo coordinado entre varias instituciones para habilitar el paso y restablecer la energía eléctrica”, manifestó Julio Quiñónez, Subcomisionado de Copeco para el Distrito Central.
“En este mes se tiene un registro de 280 milímetros de lluvia acumulada”, dijo Quiñónez.
El objetivo por el cual trabajaron los socorristas presentes en la zona se logró cerca de las 2:00 de la tarde, al liberar la calle de las pesadas rocas.
Para restablecer el servicio eléctrico al lugar se hicieron presente cuatro cuadrillas de la EEH.
“Se destruyeron dos postes con daños en unos 400 metros de líneas”, explicó Misael Osorio, jefe de Líneas y Redes de la EEH.
En otros puntos de la ciudad también realizaron trabajos en el tendido eléctrico, producto de árboles caídos.
Otros sectores
En los últimos seis días, según las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), en la capital unas 120 familias han sido afectadas por las precipitaciones.
Viviendas inundadas, soterradas y a punto de caer por derrumbes son los principales problemas que se han reportado en el municipio. También la caída de frondosos árboles.
En la colonia Villa Cristina, Altos de la Cabaña, Canaán, Altos de la Sosa, en el sur del anillo periférico y Los Pinos, se han reportado al igual deslizamientos, pero de menor magnitud.
Para la ciudad, luego del cese de las lluvias, se decretó alerta amarilla en las últimas horas.