SANTA ELENA, DISTRITO CENTRAL.- La zozobra y el temor de perder la vivienda que por décadas ha sido testigo de historias de felicidad y tristeza agobia a unas 60 familias de la aldea Santa Elena, Distrito Central.
Una falla geológica es el “monstruo” que desde hace cinco años comenzó a agrietar paredes, muros, pisos de cerámica y el suelo de algunos hogares de la zona.
La comunidad tiene en la actualidad un aproximado de 700 residentes.
El silencio de las autoridades del Comité de Emergencia Municipal (Codem) y de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) ha obligado a Sandro Hernández y a otros residentes afectados a tener que reforzar las columnas, botar y reconstruir paredes y poner nuevo piso para evitar que sus hogares se vengan abajo.
Para el caso, Raúl López ha invertido considerables cantidades de dinero en reforzar su vivienda. “Más de 25 mil lempiras he invertido solo en el cambio de piso en los últimos cinco años”, informó López.
“La falla siempre ha estado desde hace décadas y no habíamos tenido problemas, hasta hace unos cinco años cuando nos dimos cuenta que las rajaduras han sido más notorias que de costumbre”, explicó Hernández.
Producto de los daños en las estructuras de las casas una familia se fue de la aldea.
Con esta situación también se ha visto afectado el centro de salud de la comunidad.
“Las paredes del centro de salud colapsaron hace algunos meses, pero logramos repararlas, una situación similar sucede en el centro educativo, son 65 los estudiantes afectados”, agregó Hernández.
Rigoberto Rivera, gerente del Codem, indicó que el estudio revela que la falla se encuentra activa.
“Existe mayor movimiento con las lluvias, en algunas viviendas se ha determinado que las personas ya no pueden vivir”, puntualizó.
Los pobladores cuentan con la posibilidad de que su comunidad sea reubicada.