TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Son miles los niños y adolescentes que viven la difícil situación de deambular diariamente por las calles de la capital, mendigando dinero o comida para poder sobrevivir cada día.
Actualmente, según datos del Observatorio de los Derechos de los Niños, Niñas y Jóvenes en Honduras de Casa Alianza, en el municipio del Distrito Central hay entre 5 y 8 mil menores que viven en la calle.
La realidad que afrontan a sus cortas edades es inimaginable para la mayoría de las personas, esto debido a que sus derechos son violentados porque no cuentan con comida, educación, salud, familia, vivienda ni protección y constantemente son discriminados por su condición.
EL HERALDO conoció, a través de la solicitud SOL-DINAF-318-2023, proporcionada por la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), que existe una ruta de mendicidad, indigencia y sufrimiento infantil compuesta por 18 zonas capitalinas, en las cuales estos niños se han establecido para trabajar, vivir o pedir dinero.
Bulevares
Entre los sitios que albergan a la niñez en situación de calle se encuentra el bulevar Morazán, para ser exactos, frente a algunos establecimientos de comidas rápidas, así como en algunas agencias bancarias y en el barrio Guadalupe.
Otra zona de alto tráfico donde hay mucha presencia de menores es el bulevar Juan Pablo II, cerca de su zona hotelera y la rotonda de Lomas.
Según expertos, estos lugares no son escogidos al azar por los infantes, sino que hay varios factores que los arrastran a estos puntos capitalinos.
“Las rutas que utilizan son las calles principales, avenidas y arterias importantes de los centros urbanos porque es donde hay mayor flujo de vehículos y personas, pueden conseguir más dinero”, explicó Jorge Valladares, director de Futuros Brillantes de World Visión.
Además, están ubicados en bulevar Fuerzas Armadas a la altura del Central Vicente Cáceres y a la entrada de la colonia Divanna; asimismo, en el bulevar Centroamérica afuera de los restaurantes, plazas y en la rotonda hacia Miraflores.
Los menores también pasan en bulevar Kuwait, por la gasolinera, en la Calle de la Salud, el paso a desnivel que une al barrio La Granja, en los alrededores del Estadio Nacional y en el bulevar Suyapa, precisamente en el área de comidas frente a la UNAH.
“Como se han vuelto parte de nuestro panorama, lo hemos normalizado; esta situación siempre ha estado, nos hemos vuelto insensibles”, lamentó Ricardo Coello, director de proyectos de Casa Alianza.
Centros comerciales
Los centros comerciales a la altura de La Laguna y otro cercano al bulevar Juan Pablo II son otros puntos donde se puede ver de manera recurrente a los infantes mendigando.
“En esta ruta de mendicidad, prefieren estar cerca de los restaurantes en general, por eso al momento de hacer una compra en ventanilla generalmente nos encontramos con ellos pidiendo para comer”, comentó Valladares.
Anillo y aeropuerto
El anillo periférico tiene algunos lugares donde se puede observar a varios niños solos o acompañados de adultos pidiendo limosna, estos sitios son el cruce de la Secretaría de Seguridad, en el desvío a la colonia Arturo Quezada y unos metros antes de llegar a colonia Loarque.
Otro grupo de infantes se lleva en los restaurantes y gasolineras aledaños al Aeropuerto Internacional Toncontín y en colonias cercanas como la 15 de Septiembre y Los Ángeles.
Para finalizar la ruta de desgracia y miseria infantil falta mencionar el resto de las zonas, las cuales son la rotonda en la entrada a la Escuela Americana, semáforo de Ashonplafa, peaje a Zambrano, la entrada a colonia Los Robles, el casco histórico, salida a Danlí, primera avenida de Comayagüela y la entrada a la colonia Primavera.
“Hay muchos niños que se dedican a hacer mandados, jalar bultos, botar basura, en los semáforos hacen malabares, limpiando vidrios, algunos de ellos cuidan automóviles. Cada uno de ellos ha tenido que buscar estrategias de supervivencia”, dijo Coello.
Los expertos indican que estos menores suelen ser víctimas de abuso sexual y maltrato físico o son reclutados por las maras y pandillas.
Las ciudades en donde más menores se encuentran viviendo en las calles son la capital de la República y San Pedro Sula, esto se debe a que los niños en condición pobreza de las zonas rurales buscan las ciudades para trabajar o mendigar.
“Los niños y niñas al igual que la población de nuestro país -que ya está entre un 75% y 80% de pobreza- buscan por instinto llegar a aquellos centros urbanos donde creen que van a encontrar solución a sus situaciones económicas y sociales”, puntualizó Coello