Tegucigalpa, Honduras.- Tegucigalpa y Comayagüela son ciudades que necesitan más avances en tratamientos de aguas residuales.

El experto en este tema y consultor en proyectos de calidad de agua del Banco Mundial (BM), Víctor Cuevas, refirió que se ha dado prioridad al tema de agua potable, dejando a un lado el manejo de aguas residuales en la capital.

“En el tema de inversión en la red de alcantarillado se ha descuidado por darle prioridad al agua potable, ya que no ha habido disciplina en asegurar el abastecimiento del apreciado líquido”, consideró Cuevas.

El también exjefe de la planta de tratamiento de aguas residuales que en su momento operaba en la División Metropolitana en Tegucigalpa mencionó que, al mejorar las condiciones sanitarias de la ciudad, se atraerían más inversiones y se mejorarían las condiciones de vida de la población.

Sin embargo, señaló que los avances en estos temas están aún bastante lejos, ya que primero se debe garantizar el suministro de agua potable para los ciudadanos.

Por otra parte, mencionó que Honduras fue pionera en 2005 en realizar inversiones en el tratamiento de aguas residuales.

No obstante, en los últimos años, “Panamá, Costa Rica y Nicaragua han hecho inversiones significativas en este tema y han superado la etapa con la que inició Honduras; ellos han avanzado mucho más”, comparó el entrevistado.

Jorge Pérez, subgerente de Alcantarillado Sanitario y Drenaje Pluvial de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS), indicó que actualmente la planta de tratamiento de UMAPS recolecta solo el 20% de las aguas residuales de la ciudad.

“Las aguas residuales, una vez tratadas, se depositan en el río San José para mantener un caudal ecológico en el mismo”, detalló Pérez.

El 80% de las aguas residuales no cuentan con plantas de tratamiento, lo que significa que aún falta mucho por avanzar.

Con la actual planta, “aproximadamente 300,000 personas que habitan en el cuadrante sureste de la ciudad se benefician con este sistema”, explicó el entrevistado.

Pérez mencionó que aún hay mucho por hacer, pero que se está trabajando en el rediseño de los colectores Agua Salada y San José de la Vega, mientras que el diseño del colector de Germania-La Vega tiene un 80% de avance en la consultoría de diseño.

Con el impulso de este proyecto se pretende mejorar las condiciones de saneamiento, reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de la población.

“Una vez que se cuente con los diseños, se buscarán los fondos para la reconstrucción de los colectores”, adelantó el entrevistado.

La consultoría de diseño está siendo realizada con recursos del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), provenientes del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), los que se han gestionado a solicitud del alcalde capitalino, Jorge Aldana.

En 2023, UMAPS informó que el diseño para la rehabilitación de la planta depuradora de aguas negras de la zona de la cuenca del río San José tendría un costo de 20 millones de lempiras.

Mientras que la rehabilitación completa de este sistema estaba valorada en 12 millones de dólares, es decir, más de 300 millones de lempiras al cambio actual.

A pesar de estos esfuerzos, expertos en gestión ambiental advierten que la falta de planificación a largo plazo y la ausencia de políticas sostenibles han retrasado significativamente los avances en saneamiento.

La contaminación de los ríos sigue siendo un problema crítico, lo que impacta tanto en la salud pública como en el medio ambiente.