TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La promesa de darle una casa a las familias que perdieron todas sus posesiones en los deslizamientos de la colonia Guillén será postergada hasta el próximo año.
Esto, a pesar de que el edil capitalino Jorge Aldana anunció a finales de octubre de 2022 que “ya tenemos un diseño muy avanzado de cómo queremos las casas, nuestra meta es entregar las primeras en diciembre (del mismo año)”.
Unos meses después dijo que “nuestra meta tardada debería ser entregarlas (el proyecto de las casas) el 3 de febrero (de 2022), vamos a ser todo lo posible por hacerlo antes, hay que trabajar rápido, pero no a la carrera”.
Sin embargo, diez meses después del desastre y las palabras del alcalde, la situación en Villa Solidaridad, salida a Olancho, parece ser distinta a lo prometido o planificado.
El equipo periodístico de EL HERALDO llegó a la zona para verificar los avances de los trabajos y, en principio, observó una excavadora sin funcionar. Se tomaron fotografías y videos; se vio a pocos trabajadores cerrando el predio con palos y láminas de zinc.
Una gran parte del terreno presenta desprendimientos de tierra. Hay lugares señalizados con pequeñas estacas de madera que tienen pintura roja encima y números.
También había un grupo de ingenieros, pero mencionaron que “no estamos autorizados para hablar, eso se consulta en la Alcaldía”.
Avances
Con la recomendación de los expertos que estaban trabajando en Villa Solidaridad, este rotativo logró contactar a la arquitecta Claudia Bueso, quien es la encargada del proyecto y gerente de Mejoramiento de Vivienda de la Municipalidad.
Bueso explicó a EL HERALDO el por qué las máquinas estaban paradas y brindó información sobre los avances del proyecto, incluyendo un estimado de la fecha de culminación.
“Ahora estamos en un proceso de manejo de tierras, estamos quitando la capa vegetal, que es lo primero que se empieza a trabajar, nosotros a esta etapa le llamamos terracería”, explicó la experta.
En este proceso se definen o moldean los niveles de calles, viviendas, espacios públicos, instalaciones hidrosanitarias y otras áreas que se tienen planificadas dentro de los planos de la Alcaldía para este predio, que tendrá 180 casas
Según comentó Bueso, “este es el proceso más tardado” y como una aproximación dijo que “se tardaría unos cinco meses, pero no es algo que pueda definir con exactitud”.
Al consultarle sobre por qué no se estaba trabajando con la maquinaria, indicó que es complicado hacerlo con lluvias, así como por temas de acceso de la maquinaria.
Pero siempre buscan optimizar los procesos debido a la importancia del proyecto, dada su gran magnitud que inició en junio de este año.
Obras aparte
En caso de que la Alcaldía pueda finalizar estas obras de terracería a finales de este año o principios de 2024, vendría otra parte de la construcción que llevaría meses de labor.
Con el terreno alineado, según a los cálculos de los expertos en obras civiles, ahora tendrían que abrir las calles para introducir los tubos de aguas negras y potable, para que las familias tengan un servicio completo. “Esto llevaría otros meses más” informaron quienes llevan los trabajos de construcción.
Después de completar el sistema de aguas, se tiene que comenzar a levantar los muros de contención que evitará que hayan deslizamientos y que aseguren las casas.
También habrá que hacer la pavimentación de todas las calles que tendrá Villa Solidaridad y la separación de los lotes que serán asignados por familia.
Una vez terminado todo esto, podrá darse inicio a la construcción de los hogares para que los afectados de la Guillén puedan vivir en lo prometido por la Alcaldía.
Con toda esta explicación brinda por ingenieros civiles consultados por EL HERALDO se llegó a la conclusión que este proyecto estaría culminado a finales del 2024 o comienzos del 2025.
Afectados
Para quienes se pregunten cómo hacen esas familias que perdieron todo en los deslizamientos, la situación no parece ser tan alentadora.
Aunque hay varios entrevistados que aceptan que vivían con dificultad en su colonia, hoy deben lidiar con los traumas y gastos.
“Parece irreal perder mi casa en un deslizamiento por esa falla. No quisiera estar alquilando; lo único que desearía es escuchar la bulla de la gente, y ver nuevamente a mis vecinos, y estar en mi casa. Viera como extraño todo”, dijo con tristeza Norma Padilla, una afectada.
Mientras que Guillermo Rodríguez , una damnificado, aseguró que su situación económica es terrible y comentó que le ha costado levantarse de “todo este mal”.
“Yo soy consciente que en la Alcaldía nos dieron un dinero, pero no es lo mismo que le den 10 mil lempiras a perder su casa. No mira que el dinero uno lo invierte o lo pierde, pero su casita siempre está, bueno menos la mía. No he podido levantarme de todo este mal, hermano”, lamentó Rodríguez.
Al consultarles que opinaban sobre la construcción de las nuevas casas prometidas por la Alcaldía, ambos respondieron que “solo toca confiar en Dios y esperar que sea verdad”. Aunque recalcaron que no quieren “mentiras de políticos”.
Hoy por hoy varias familias que fueron desalojadas en su momento regresaron a la zona cero para cuidar de sus pertenencias, otras viven con sus parientes y algunas siguen esperando las palabras del edil capitalino, quien prometió tenerles sus casas.
