TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cada 3 de febrero el fervor de los hondureños se derrama -hasta formar un río de esperanza- al festejar un aniversario más del hallazgo de la Virgen Santa María de Suyapa, la Morenita más guapa del país cinco estrellas.
La imagen de la patrona de Honduras ha logrado convertirse en una valiosa fortuna para la feligresía católica y un gran referente de fe, paz, esperanza y amor; principios que la ciudadanía anhela tener siempre presente.
Confianza
Con la celebración del 272 aniversario del milagroso hallazgo, una vez más quedó comprobada la fidelidad de miles de peregrinos, quienes de manera puntual, y sin darle importancia a las enormes filas que debían hacer para estar por unos segundos frente a la madre de Dios, asistieron a la Basílica Menor de Suyapa para honrar y llenar de pequeños, pero fuertes detalles a la cumpleañera más linda de Honduras.
Gestos con delicadeza
La multitudinaria presencia de los devotos llegó a la casa de nuestra Señora de Suyapa, sosteniendo en sus manos una serie de detalles para alegrar el corazón de su patroncita.
Ofrendas florales y aromáticas velas de distintos colores fueron algunos de los presentes otorgados a la pequeñita y milagrosa virgencita, como símbolo de gratitud por todas las bendiciones recibidas.
Por otra parte, muchos niños afianzaban su fe por la Virgen al arribar al santuario con un enorme tesoro: un corazoncito lleno de convicción.
“Mi mamá dice que desde que nací la virgencita siempre ha cuidado de mí, es por eso que este día vine para arrodillarme frente a ella y agradecerle por nunca dejarme sola, no le traje ninguna vela, pero sí todo mi amor y un beso que le lanzaré desde lejos”, relató con mucha confianza a EL HERALDO, la chiquitina Sandra Amador, de ocho años de edad.
Agregó que: “También vengo a orarle para que cuide a mi familia y amiguitos, porque la virgencita me ha enseñado que amar es compartir con los demás, y yo quiero compartir mis bendiciones”.
La Morenita fue sumamente consentida por toda la población, quien aprovechó para realizar nuevas promesas y pagar aquellas peticiones que ya recibieron una respuesta por parte de la patrona de Honduras.
Esta esperada fecha por cada uno de los feligreses sencillamente hace recordar que la fe es dar el primer paso, incluso cuando todavía no vemos la escalera completa.