TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Dos puntos de taxis de la capital llevan cuatro días sin prestar sus servicios porque no pueden cancelar cobro extorsivo impuesto por criminales.
Las rutas afectadas son: La San Miguel-Mercado, que fue la primera en cerrar operaciones desde el lunes, y la del Carrizal-Altos de El Paraíso y Cantarero López, que dejó de funcionar ayer.
EL HERALDO habló con algunos conductores para conocer más sobre el flagelo y cómo viven el día a día.
“Compa, está difícil la chamba, sé que no es la primera vez, pero sí tenemos miedo de salir y que nos pase algo. Están pidiendo demasiado dinero, pero no podemos decir cuánto porque ya sabe lo que toca”, lamentó uno de los transportistas de la ruta.
Los dirigentes de este rubro aseguran que “ya se ha dado a conocer el caso a las autoridades”; sin embargo, temen que algo pueda salir mal y que al final uno de sus compañeros sea atacado por delincuentes.
“Lamentablemente, hay dos rutas paralizadas. Para su conocimiento, el caso ya fue presentado a la Policía y esperamos que sean eficientes en brindarnos protección y seguridad porque no aguantamos más cobros de rentas”, manifestó un representante de los taxistas.
Algunos ciudadanos cuestiona el trabajo de la Policía Nacional con respecto a los grupos delictivos que todavía exigen el “impuesto de guerra”.
“Es increíble que ni con el estado de excepción estos malvivientes puedan dejar de joder. Ojalá ponga orden”, expresó Andrés Montoya, un usuario.
La Dirección Policial Anti Maras, Pandillas y Crimen Organizado (Dipamco) asegura que está trabajando, pero reitera que se necesitan denuncias para dar con los culpables de este delito