Evangelina García, de 56 años, es una pobladora de la colonia Las Palmas a la que sus vecinos consideran una heroína del ambiente.
Evangelina logró resolver con ingenio y compromiso uno de los problemas diarios que experimentaban los vecinos de la calle Trabanino.
El panorama de cada amanecer en esta zona era opacado por enormes promontorios de basura que personas ajenas al sector llegaban a depositar al final de esta calle.
Vacas, perros y hasta burros se acomodaban en la zona para hacer festín de los desechos orgánicos que eran abandonados en este punto ilegal de basura.
A pesar de que el tren de aseo realizaba de manera puntual su recorrido, la basura era permanente en este tramo.
Poco a poco la cantidad de desechos fue en aumento y el nauseabundo olor era el aroma que envolvía el ambiente en el que decenas de niños jugaban.
Ante esta situación la señora salía todos los días con escoba en mano para limpiar este foco de infección.
“Nosotros no aguantábamos, esto se convirtió en un relajo, ya no soportábamos, así que optamos por una solución”, comentó la señora.
De manera que dejó la escoba y optó por rescatar este solar abandonado para convertirlo en un espacio ordenado. ¿Cómo lo hizo?, comenzó a recolectar una aportación económica entre sus vecinos para comprar cemento, bloques y pintura para amurallar el área y convertirla en un depósito controlado.
“A unos cuantos metros hay una guardería, los niños pueden enfermarse, por eso tomé esta iniciativa que ojalá fuera replicada en otras colonias de la capital dónde se genera este problema”, comentó la amiga del ambiente.
Los vecinos del lugar expresaron que esta obra era necesaria y que gracias a la ejemplar vecina ya pueden mantener una colonia con mejor aspecto.
