Tegucigalpa, Honduras
La situación de zozobra que vive la población estudiantil en colegios capitalinos como el Saúl Zelaya Jiménez parece expandirse a otros institutos de educación secundaria.
Autoridades de la Dirección Departamental de la Secretaría de Educación manejan una lista de posibles colegios a intervenir, entre los que figuran el Instituto Central Vicente Cáceres.
Sin embargo, el director de este centro educativo, Hernán Díaz, considera que la institución no requiere de presencia militar en su interior, pues la situación que se vive no es similar a la del Saúl Zelaya Jiménez.
“Lo que sí se está realizando son patrullajes en las inmediaciones del colegio por parte de la Policía Militar y la Preventiva en los horarios de entrada y salida de los estudiantes”, aseguró Díaz.
Más colegios
Además del Central Vicente Cáceres, la lista de cinco institutos que podrían ser objeto de estas medidas la conforman el Instituto Aguilar Paz, Técnico Luis Bográn, Gabriela Núñez, así como el Rafael Pineda Ponce y el Instituto Canaán.
Para el director del Instituto Técnico Luis Bográn, Ángel Arteaga, el colegio que él preside no debería incluir esta lista.
“En este instituto no se han reportado problemas similares al Saúl Zelaya, así que no consideramos necesario que se nos intervenga”, aseguró.
Según explicó Arteaga, el Luis Bográn cuenta con presencia de tres militares que brindan seguridad en el colegio, pero ellos están desde hace casi tres años.
“El colegio mantiene presencia de tres oficiales del ejército desde 2013, a raíz que la Secretaría de Educación tomara la decisión de quitarnos la seguridad privada”, agregó.
Miguel Ángel Raudales, jefe de la Unidad de Supervisión Educativa de la Dirección Departamental de Francisco Morazán, explicó que la comisión interventora en el Central y el Saúl Zelaya vigila la toma de medidas que realizan los docentes para identificar el problema.
A criterio de Raudales, esta comisión ya tiene avances sobre el problema interno en estos dos colegios, pues se encarga de revisar si los docentes y orientadores cumplen su función, y llevan control de los alumnos que presentan problemas de comportamiento.
El también docente reveló que la lista de alumnos que conforman los expedientes del informe que prepara enviar a la Fiscalía y la Secretaría de Educación pertenecen, en su mayoría, al Saúl Zelaya.
Consecuencias
La deserción escolar es uno de los conflictos producto de la situación de inseguridad en las instituciones de educación media. En lo que va del 2016, solamente en el Instituto Central unos 13 alumnos (siete varones y seis niñas) de la jornada vespertina han decidido no culminar el año escolar debido a amenazas de grupos externos.
“Aparte de los 13 alumnos que desertaron, se suman los ocho que fueron suspendidos (tres permanentemente) por consumo y distribución de drogas dentro de la institución”, confirmó Díaz.
Por su parte, el portavoz de la Policía Militar de Orden Público, Mario Rivera, aseguró que a diario realizan constantes patrullajes en las inmediaciones de estos colegios
