Tegucigalpa

Improvisado mercado es una bomba de tiempo

Cada viernes y sábado, los vendedores traspasan la zona de ventas autorizada por el CN en el empalme del anillo periférico. Caos vial y desorden imperan en el área por la feria agropecuaria

16.05.2012

Condenados a quedar atrapados en un embotellamiento permanecen los capitalinos que se atreven a cruzar los viernes y sábados por la intersección entre el anillo periférico y la salida a oriente.

La clientela del mercado instalado en plena vía pública genera un escudo que impide la fluidez vial en todo el tramo.

La ley del más fuerte impera ante la falta de un control de parte de las autoridades, tanto compradores como vendedores se apoderan de la vía, obstaculizando el paso.
Son unas 185 familias las que dirigen la Feria Agropecuaria, Artesanal y de la Salud, los que en aras de efectuar sus actividades comerciales desencadenan un caos vehicular que detiene el tráfico en la colapsada arteria.

Paradójicamente, este desastre fue promovido por venia del Poder Legislativo al conceder el año pasado vía decreto el terreno de 2,170 metros cuadrados para explotarlo como espacio un mercado popular.

El argumento de la autorización fue favorecer a las familias de los pequeños productores que llevaban 15 años apostándose en la mediana para distribuir los frutos de su cosecha. Los productores alquilaban el predio que era propiedad de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi).

Con la donación del predio se generó un impulso económico a los comerciantes, pero los diputados no previeron los efectos colaterales que tendría la medida, como el caos vehicular y la invasión de las áreas verdes y peatonales de los alrededores.

Los habitantes de unas diez colonias aledañas al mercado se congregan en el pequeño espacio para realizar sus compras.

Y ante la gran afluencia de compradores, los vendedores extienden con carpas los 80 puestos del mercado hasta la mitad de la calle, reduciendo el espacio para circular a un solo carril.

Los clientes contribuyen al caos usando los márgenes del tramo como un estacionamiento público, aparcándose por horas mientras realizan sus compras.

Las aceras son puestos en pleno apogeo y los peatones se ven obligados a transitar por la calle compitiendo con los molestos conductores.

Y el desorden parece no tener fin debido a la falta de un reglamento de operación del improvisado mercado y la ausencia de vigilancia policial.

“El mayoreo es el culpable del tráfico, pues cantidades exageradas de vehículos se estacionan para comprar, en un lugar donde ya no hay espacio”, manifestó Carlos Alberto Sánchez, un vecino de la colonia Villa Nueva.

+ Desastre y abandono en salida a oriente de la capital

Sin control

Y mientras el desastre avanza, tanto las autoridades locales como el gobierno central declaran la zona como fuera de su jurisdicción de trabajo.

El secretario del Congreso Naciona, Rigoberto Chang Castillo, explicó a EL HERALDO
que el legislativo donó el predio con la condición de que los locatarios construyeran espacios adecuados de venta y estacionamiento para no obstruir la circulación.

Y aseguró que le corresponde a las autoridades de la Alcaldía y a la Dirección Nacional de Tránsito (DNT) regular el desorden.

Pero debido a la magnitud de la falta del control, se comprometió a buscar un acuerdo con los dirigentes del mercado a fin de lograr que se organicen las ventas y se acabe con las invasiones de otros predios.

“Los vendedores deben cumplir con las condiciones de la concesión, como la remodelación de los locales y un mejor acondicionamiento, velaremos porque se cumpla este acuerdo”, aseveró.

Por su parte, Alejandro Agurcia, gerente de Orden Público de la municipalidad, explicó que el mercado opera bajo el mismo esquema de la Feria del Agricultor y esto lo desliga de la jurisdicción de su dependencia.

Agurcia afirmó que la medida populista autorizada por el Congreso no solo afecta la movilidad urbana, sino que representa un atentado contra la seguridad de los mismos vendedores.

“Al estar ubicados en un corredor de alta circulación vehicular, los comerciantes están expuestos a ser víctimas de accidentes de tránsito”, advirtió.

Por otro lado, detalló que con la autorización de uso de suelo para el comercio se propagaron como la pólvora decenas de puestos que han estallado en la actual crisis.

Y la comuna no puede intervenir una central de abastos que no esté bajo su régimen. El funcionario informó que retomarán los operativos de orden en la zona para lograr que al menos los lugares no autorizados para la venta sean liberados.

“En la zona hemos realizado intensos operativos de control, en los cuales hemos notificado sobre sus faltas, sancionado y reordenado, pero los vendedores pagan la multa correspondiente y retornan a su operación habitual”, lamentó.

+ Caos vial, abusos y desidia impera en la salida a oriente

Fondo Vial promete reparar tramo

Las exigencias y reclamos de la población hicieron eco en las autoridades del Fondo Vial.

Ante la exigencia de reparación de los tres kilómetros que hacen de la salida a oriente una zona ingobernable, hay un compromiso de atención.

“Primero estamos trabajando en la limpieza y arreglo del alcantarillo, para después evaluar y proceder a reparar la calle”, apuntó Efraín Peñalba, subgerente técnico de Fondo Vial.

Peñalba señaló que la institución ha habilitado 82 kilómetros de la carretera Tegucigalpa-Danlí que se encontraban en pésimas condiciones. “Lo único que nos falta para culminar el proyecto es el tramo de Villa Nueva y ya iniciamos operaciones”, aclaró.

En 2007, Soptravi firmó un contrato valorado en 70 millones de lempiras para habilitar los 92 kilómetros de la cuestionada carretera. Después de cinco años de atraso retomarán los trabajos ante la presión de la población.