Tegucigalpa, Honduras.- A más de 40 kilómetros del casco urbano de la capital, entre caminos de terracería, rodeada de pinos y casas de adobe con tejas, se encuentra la pequeña comunidad de Tamal y Queso.
Hasta este rincón del Distrito Central (DC) llegó EL HERALDO con su campaña educativa Maratón del Saber, llevando una importante donación de útiles escolares a los niños de la escuela Efraín Díaz Figueroa.
El desvío hacia la comunidad está ubicado en el kilómetro 32, desde donde hay que recorrer cerca de 10 kilómetros de una vía de tierra que conduce hasta la escuela.
A pesar de su ubicación remota, el centro educativo alberga a 24 niños y niñas desde el nivel preescolar hasta sexto grado, todos ellos atendidos por un solo docente, que con esfuerzo y dedicación les brinda el conocimiento necesario para su futuro.
Además para llegar a esa comunidad hay que caminar más de una hora para llegar al centro educativo desde la carretera.
¡Sorpresa!
La llegada de los útiles escolares generó algarabía y sonrisas entre los pequeños.
Los Cuadernos Quick y libros de Santillana fueron recibidos con entusiasmo, al igual que los juguetes que complementaron la entrega en cada kit escolar.
Además, la escuela recibió varios libros para ampliar su modesta biblioteca, un recurso valioso para fortalecer la educación de los niños.
Por ahora, las clases se imparten en una sola aula debido a trabajos de mejora realizados por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
Sin embargo, esto no ha sido una limitación para que los niños sigan aprendiendo con entusiasmo.

Este donativo representa un hito en la historia de la escuela, ya que es la primera ayuda que reciben en muchos años.
Su ubicación, en un rincón del Distrito Central que colinda con Talanga y Cedros en Francisco Morazán, la ha mantenido al margen de otras iniciativas de apoyo.
Con esta acción, la Maratón del Saber reafirma su compromiso de llevar educación y esperanza a las comunidades más alejadas del país.
“Les agradecemos este gesto que han tenido con la comunidad, acá hay niños que no tienen sus materiales, ahora ya tienen los cuadernos suficientes y esto los motiva mucho para seguir estudiando”, expresó Rafael Oyuela, director del centro educativo.