TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los desechos sólidos, orgánicos e industriales ahogan a los mercados de Comayagüela más que las lluvias que caen sobre la capital hondureña.
Los registros de la alcaldía municipal demuestran que se pueden recolectar hasta 50 toneladas de basura al día, sin contar los desechos que son arrojados a las orillas del Río Grande, el cual atraviesa Francisco Morazán y El Paraíso, y desemboca en Choluteca, departamentos de Honduras.
Esta basura proviene de los más de 18 mil comercios establecidos en los mercados San Isidro, Colón, Álvarez, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima Avenida y el Zonal Belén. Se pueden contabilizar más de 18 mil comercios en estas áreas.
Vulnerables
Estas áreas son las más vulnerables a las precipitaciones y tienen antecedentes históricos de desastres, como los que provocó el Huracán Mitch en octubre de 1998, dejando una marca imborrable en miles de personas y cientos de locales.
También en 2009 y 2012, los fenómenos naturales volvieron a golpear a la gemela de Tegucigalpa, donde hubo una gran pérdida millonaria de productos y maquinaria.
A pesar de todo esto, algunos comerciantes aún no comprenden el daño que causa vivir en el desorden y llenar las calles de basura.
Hoy, actúan como si el pasado no los hubiera afectado, y sus comportamientos son muchas veces irracionales.
En varias ocasiones durante este año, los locatarios se vieron entre la espada y la pared al estar rodeados de agua. Sin embargo, es raro el que contribuya evitando arrojar los desperdicios a los tragantes, lo que podría ayudar a prevenir las inundaciones en las calles.
Recorrido en las zonas
EL HERALDO recorrió la cuarta, quinta y sexta avenidas, además de visitar el Río Choluteca, que divide las dos ciudades, y conversó con algunos directores de los centros educativos más representativos de Comayagüela.
Durante la visita a estas arterias económicas de la gemela de Tegucigalpa, se observó cómo ciertos vendedores tiraban sus desperdicios, en especial de frutas, dentro de canastas, mientras otros los lanzaban fuera del recipiente.
Al consultarles sobre esta práctica, algunos respondieron: “Le pagamos a unos bolitos para que nos lleven la basura a los contenedores”.
Los más hostiles gritaron: “¡Qué te importa! Es nuestro negocio, nuestra calle, y aquí hacemos lo que queremos”. Comportamientos como estos y la falta de conciencia ciudadana le cuestan a la capital más de un millón de lempiras al día, según el último registro compartido por la Gerencia de Aseo Municipal.
Multas
En cuanto a las sanciones para los infractores, la situación se complica, ya que las multas por tirar basura oscilan entre 500 y 5,000 lempiras.
Josué Esperanza, portavoz de la Policía Municipal, explicó: “Una infracción se aplica si encontramos a una persona tirando basura en la calle; pero, para ser honestos, nunca hemos aplicado una multa”.
Sin embargo, el agente de la comuna resaltó que castigar a alguien por tirar basura sí está contemplado en el Plan de Arbitrios del Distrito Central.
Por su parte, los maestros de los centros educativos cercanos a los mercados afirmaron ser víctimas de la contaminación ambiental que los rodea, y no solo ellos, sino también sus estudiantes.Helen Verde, directora de la Escuela Lempira, ubicada en la quinta avenida de Comayagüela, indicó: “Tuvimos que despachar a varios niños y profesores porque no aguantamos la contaminación.
A veces sacamos la basura y el tren de aseo cuesta que pase por acá”.Los docentes, además de lidiar con la basura, deben combatir al mosquito que se cría en las aguas encharcadas de los mercados.
Según comentaron, tienen que pagar entre 200 y 250 lempiras a la Secretaría de Salud para que fumiguen el centro educativo.