TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los daños que han causado las lluvias en la capital han abarcado gran parte de la infraestructura del sistema educativo.
Producto de las fuertes precipitaciones hay diversos reportes de aulas inundadas, techos deteriorados, muros caídos y pupitres dañados.
EL HERALDO realizó ayer un recorrido por algunas escuelas y colegios de la ciudad que han sufrido desde daños menores a mayores en esta época lluviosa.
Una de las instalaciones educativas visitadas fue el Centro de Educación Básica (CEB) 11 de Junio de la colonia Nueva Suyapa, ubicado en el sector de la universidad.
LEA: Retomarán olvidado proyecto que busca recuperar espacios en Aldea Suyapa.
Desde afuera, a primera vista se observan varias láminas en medio del largo muro de bloques, la desigualdad se debe a la caída de la pared que no soportó el aguacero del jueves y cedió a eso de las 7:25 de esa trágica noche.
El problema no solo es en esa parte del muro caído, es casi todo el perímetro de la escuela, ya que se encuentra en un terreno inestable y el resto de la muralla está a punto de caerse.
Este centro tiene una matrícula escolar de 744 alumnos entre la mañana y la tarde, los estudiantes tienen restringido acercarse al muro perimetral por el riesgo que tiene la pared de llegar a ceder.
Autoridades de la escuela aseguraron que el detonante de la caída del muro fueron las fuertes lluvias, pero que desde hace diez años comenzaron a notar grietas en la muralla. “Los muros ya están colapsados, es uno de los mayores problemas, solo una parte ha sido reconstruida. Hay 26 metros de la pared perimetral que está floja, acá necesitamos una reparación urgente porque está a punto de caerse, hasta se mueve si uno lo toca”, lamentó Lesby Matute, directora del CEB 11 de Junio.
VEA: Familias perdieron todo y siguen en zozobra por amenaza de más lluvias.
Otro de los centros afectados es la Escuela Itzamná de la colonia Satélite, el techado está colapsado en casi su totalidad.
El problema es grave, hay grandes orificios en el techo y debido a la filtración de agua gran proporción del encielado se ha caído y hay amenazas de que siga cediendo.
Las autoridades educativas han llegado al grado de instalar cinta amarilla de precaución para evitar que los alumnos resulten afectados.
“Desde antes de la pandemia nos veíamos afectados por goteras, actualmente es rara el aula que no se moje, la mayoría tiene filtración de agua”, lamentó Lourdes Hernández, una docente.
Estos centros son parte de los 107 centros educativos de la capital que se encuentran en una condición regular o preocupante ante amenazas naturales, de acuerdo con el plan maestro de infraestructura educativa del 2020 de la Secretaría de Educación.
El dirigente magisterial Onán Cálix reconoce que los centros educativos se ven limitados a laborar porque los techos de las aulas están en precarias condiciones.
“Esperamos que el presupuesto que se ha aprobado para el sistema educativo de verdad vaya orientado a la reparación de los centros”, puntualizó.
ADEMÁS: Claman por mayor seguridad en la oscura carretera hacia Cantarranas.
