TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La inseguridad en el sector transporte se vuelve más latente a medida pasan los días, obligando a los conductores a paralizar sus unidades y más que eso, el sustento de sus familias.
Situación que de manera directa afecta a los miles de trabajadores que deben movilizarse por la capital para llegar hasta sus lugares de empleo.
Una de las decenas de dificultades que atraviesan los transportistas es que deben tener “la renta”, es decir, el cobro extorsivo que las estructuras criminales les hacen una vez por semana, quincena o de manera mensual.
Sin embargo, hasta la fecha, ningún gobierno o ente de seguridad ha podido combatir de manera frontal esta actividad ilícita, dando paso a que se cierren algunas rutas urbanas en la capital.
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Autoridades
En los últimos días en las colonias Villa Nueva y Los Pinos se vivieron momentos de tensión porque las llamadas extorsivas llegaron nuevamente a los conductores del transporte.
Para solventar la crisis, las autoridades de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco) han decidido intervenir las zonas afectadas.
“La Villa Nueva, Los Pinos, Río Abajo y la Cerro Grande están intervenidas”, señaló Yester Fernández, portavoz de la entidad. El vocero de Dipampco aseguró que hay unidades patrullando las zonas y se están tomando medidas de prevención, además “los equipos investigativos andan realizando las diligencias”.
El último atentado fue el 28 de junio de 2022, cuando un bus fue atacado a disparos por sujetos desconocidos en la colonia Los Pinos.
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