Los gritos de alegría de los niños de la escuela Mariana Folgar de Ramírez, de la aldea El Carpintero, al oriente de la capital, despertaron la curiosidad y sorprendieron a medio vecindario.
La ocasión no era para menos, pues a su recinto educativo llegaron varias cajas llenas de cuadernos y zapatos para iniciar con buen ritmo el año escolar.
Los 96 alumnos de los seis grados recibieron sus kits escolares que incluyeron cuadernos, lápices, juegos de reglas, pegamentos, tijeras, borradores, y sacapuntas, entre otros.
Por primera vez, gracias a la alianza entre EL HERALDO y la Fundación Buckner, logramos calzar los pies descalzos de decenas de niños y cambiarle los viejos zapatos a muchos más.
La Maratón del Saber llegó a la olvidada comunidad y en ella plasmó una huella de esperanza y superación.
Sorpresa
La llegada de un vehículo extraño a la zona provocó ansiedad, alegría, gritos y enérgicas carreras en los alumnos.
¡Profe, profe, ya llegaron los de EL HERALDO!, gritó con mucha emoción Ángel Ordóñez, un pequiñín de primer grado.
La fresca mañana que sacudió la rutina del centro escolar hizo pensar a María Ángeles Romero, alumna del tercer grado, la alegría que sentiría su familia cuando llegara a su casa con el kit escolar y el par de zapatos que no habían podido comprarle sus humildes padres.
“Mis papás se van a poner alegres cuando llegue a la casa, ya días me habían dicho que me comprarían los útiles y no habían podido porque no hay dinero”, comentó la niña.
Por su parte, María Isabel Ordóñez, de cuarto grado, se midió in-situ los zapatos. Con toda la alegría que caracteriza a un niño con zapatos nuevos dijo que le quedaban chequecitos.
“Profe Maria Isabel... ¿ya no me voy a poner esos zapatos rotos verdad?”.
Las risas fueron incesantes, las ovaciones y agradecimientos para las empresas colaboradoras, hicieron pensar a más de algún vecino que se trataba de una competencia de la clase de educación física.
Inversión
Las esperanzas de ver a los alumnos recibir clases en mejores condiciones no se han perdido para la maestra del primer grado, Sheyla Lilí Cáceres.
Y es que los mentores de la escuela se sumaron a los momentos emocionantes que vivieron sus 96 alumnos.
La maestra dijo que la falta de útiles escolares y zapatos es una de las causas que aumentan la deserción escolar en la zona de El Carpintero.
“EL HERALDO está marcando las huellas imborrables en el proceso educativo”, mencionó.
Asimismo agradeció a las empresas que decidieron invertir en el futuro de Honduras.