Tegucigalpa, Honduras.- En el corazón del barrio El Chile de Tegucigalpa, el talento y devoción de Harold Umanzor brillan cada Navidad con su tradicional nacimiento, que se ha convertido en un referente de fe, esperanza y valores.
Este año, Umanzor sorprende nuevamente con una temática que invita a reflexionar sobre la importancia de ser “ángeles de luz” para los demás en tiempos de adversidad.
Con una trayectoria de 30 años, Harold Umanzor dedica esta obra a su madre, quien le inculcó esta tradición desde los 8 años. “Crear este nacimiento significa mucho para mí porque demuestra que tengo viva la fe y, al mismo tiempo, puedo brindar un mensaje de evangelización”, compartió el artista.
El nacimiento combina escenas bíblicas como el nacimiento de Jesús, la llegada de los Reyes Magos y la visita de María a su prima Isabel. Cada detalle refleja la creatividad y dedicación de Harold, quien dedica 24 horas continuas para diseñar y montar esta obra de arte.
Este año, el tema central del nacimiento es el papel de los ángeles como mensajeros de buenas noticias y luz en momentos difíciles. “Debemos ser esos ángeles que dan luz y esperanza a nuestros amigos, familiares y compañeros en una sociedad que enfrenta altos niveles de depresión y ansiedad”, afirmó Umanzor.
Su obra destaca por la mezcla de elementos naturales y artificiales, que recrean fielmente el ambiente de la época. Además, el artista asegura que cada adorno y detalle están cuidadosamente seleccionados para transmitir un mensaje de amor, paz y unidad.
El horario de visitas, de 4:00 p.m. a 10:00 p.m., ofrece a las familias la oportunidad de disfrutar de este nacimiento y reflexionar sobre su significado. Vecinos, amigos y familiares esperan con ansias la temporada para admirar la nueva temática que Harold presenta cada año, reafirmando su compromiso con la tradición navideña.
La obra de Harold Umanzor no solo resalta por su belleza artística, sino también por el mensaje espiritual que transmite. “Este legado es mi testimonio de fe y amor a la Navidad”, expresó con orgullo. A lo largo de los años, su nacimiento se ha consolidado como un referente único en Honduras, atrayendo la atención de personas de diferentes comunidades.
Más que un adorno navideño, el nacimiento es un espacio de encuentro y reflexión para la comunidad. Su obra simboliza la magia y emotividad de la Navidad, recordando el nacimiento de Jesús y los valores que este momento inspira. Harold concluyó con un llamado a todos los hondureños: “Seamos ángeles de luz para quienes nos rodean, llevando esperanza y fe en esta Navidad”.