TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los pobladores de Lepaterique son muy entregados a la fe cristiana manteniendo sus tradiciones desde tiempos ancestrales heredados por sus antepasados lencas.
Es el caso del festival de las flores, una intensa celebración que realizan en el mes de mayo de cada año en honor a la virgen María, Reina de las flores en el municipio.
Frescas rosas, margaritas, jazmines y aster de todos los colores posan delicadamente en las manos de los agradecidos fieles del municipio que celebran la hermosa tradición todos los días del mes.
Para esta temporada, la Virgen María se impregna del fresco aroma natural que se desprende de los ramilletes que los fieles llevan con amor y devoción en agradecimiento por las bendiciones recibidas.
“El festival de las flores es una tradición que viene desde tiempos antiguos y consiste en llevarle flores, caña y candela todos los días de mayo a la Virgen María”, explicó don José Plutarco Velázquez, encargado del campanario de la iglesia por más de 50 años.
Expuso que son flores naturales cosechadas en Lepaterique, “todos los días llegan frescas para dedicárselas a la virgencita”, dijo mientras los fieles pasaban al retablo con los bellos ramilletes en la mano.
En esta festividad los fieles católicos se reúnen en casa del mayordomo responsable, donde “hacen el rosario, luego suena la campana para la reunión y al llegar a la iglesia se reciben con repiques”, explicó.
Entre las características de esta tradición está la hospitalidad entre feligreses, pues el mayordomo encargado ese día los recibe con calidez compartiendo un momento con todos los visitantes.
Muchas veces las procesiones son acompañadas con música de cuerda y el sonido de los cohetes para poner alegría al ambiente.
Los campesinos de Lepaterique tienen presente celebrar sus tradiciones todos los años como un legado sagrado de sus antepasados lencas.
Gracias a sus habitantes, el pintoresco municipio de Lepaterique, Francisco Morazán todavía conserva sus tradiciones practicadas con fe y devoción entre los cristianos católicos.
El Guancasco es otra celebración religiosa de la localidad que conserva con agrado desde tiempos ancestrales junto al municipio de Ojojona quienes realizan un encuentro en señal de paz entre los dos pueblos.