TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde la entrada de la basílica hasta el altar de la Virgen de Suyapa es un largo trayecto, donde las personas pagan sus promesas de fe, avanzando de rodillas sin importar la edad.
En el marco del 277 aniversario del hallazgo de la Morenita, cada vez son más sus fieles devotos que se acercan para agradecer los milagros que fueron cumplidos.
Antes de que las campanas de la basílica repicaran las 12:00 del mediodía, una familia de tres generaciones, agarrados unos de otros avanzaban con paso lento pero seguro hacía la Patrona de Honduras.
Se trataba de la familia Benítez-Guzmán; padres, hija y nieto que juntos acudieron a cumplir su palabra de agradecimiento por recuperar de difíciles enfermedades a lo mayores de esta familia.
El núcleo es Estela Guzmán, Óscar Benítez, Nadia Benítez y Matías Benítez.
“Mi mamá hace un año tuvo una caída, a raíz de eso se fracturó la cervical C4, ella no podía hablar, no podía caminar estaba en total estado vegetal. Me decían que por la fractura que tiene no iba a poder moverse, si la operaban iba a quedar igual o peor. Ella se encomendó a la Virgen y ahora anda caminando”, dijo Nadia Benítez, hija de doña Estela.
Con la voz entrecortada, Nadia comentó que su papá sufrió un infarto, por lo que estuvo 15 días en cuidados intensivos del Hospital Escuela.
“Mi mami se lo ofreció a la Virgen Suyapa y acá está mi papá, somos muy devotos a la virgen. Venimos porque le debíamos esa promesa a la Virgen, venir todos, hincados y rezando el rosario”, comentó Nadia.
Y es que hasta la misma Nadia es un milagro de Suyapita, ya que antes de nacer ella, su madre perdió a dos bebés.
“Para que yo naciera mi mamá estuvo los nueve meses acostada sin hacer nada, ella le ofreció a la virgen que si le daba un hijo me iba a traer, yo soy hija única”, recordó Nadia.
Así de esta forma comienzan a llegar los fieles para dar gracias a la Virgen de Suyapa y dar sus muestras de agradecimiento por los milagros.