Tegucigalpa, Honduras. Para la maestra Digna Castillo, quien imparte clases a 17 niños con autismo en la Escuela Rosalina Sorto de Marcala, La Paz, narrar historias de vivencias con sus alumnos no es nada fácil.
“Lo único que quiero es que los niños tengan la oportunidad de aprender, crecer y brillar con su propia luz”, expresa la docente, considerada un ángel para estos pequeños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), más conocido como autismo.
Con los ojos húmedos, recuerda pequeñas historias y aventuras de sus alumnos, quienes enfrentan grandes desafíos debido a la falta de espacios adecuados en el centro educativo. Lo poco que han logrado ha sido gracias a la empresa privada y personas de buena voluntad.
“Esta iniciativa la tomé en 2023 debido a la necesidad de atender a los niños, pero realmente necesitamos más atención a la educación diferenciada”, manifestó la maestra.
Para Castillo, la educación en todos sus niveles básica, media y superior debe ser inclusiva y empática. Sin embargo, la realidad es que en Honduras miles de niños con TEA no tienen acceso a espacios adecuados para su aprendizaje.
Ana Gabriela Euceda, presidenta de la Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (Apoautis), lamentó que el país ni siquiera cuenta con estadísticas sobre la cantidad de niños con autismo.
“A nivel mundial, se estima que uno de cada 36 nacimientos corresponde a una persona con autismo, y aunque en Honduras no tenemos datos oficiales, no estamos alejados de esa realidad”, explicó Euceda.
Además, denunció que nunca se ha realizado un censo sobre la población con autismo, ni en la Secretaría de Educación ni en la de Salud.
Por su parte, Ramón Godoy, subdirector general de Educación para las Personas con Capacidades Diferentes y Talentos Excepcionales de la Secretaría de Educación, informó que apenas se están elaborando los primeros protocolos de abordaje y atención a la discapacidad en general.
“Para poder realizar un abordaje específico para cada condición se necesita trabajar más como Secretaría, pero estamos haciendo esfuerzos”, detalló Godoy.
Actualmente, en Honduras no existe ningún centro público especializado para evaluar a los niños con autismo, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento oportuno.
“No solo los niños con discapacidad deberían ser evaluados, es un error pensar que la inclusión se limita a ellos”, agregó el funcionario.
Para Digna Castillo, el camino aún es difícil. La Escuela Rosalina Sorto es uno de los pocos centros públicos que han logrado acondicionar aulas para niños con autismo, pero ha sido por esfuerzos comunitarios.
“A veces tenemos que dejar la pena y pedir ayuda económica en las calles”, confiesa la maestra a EL HERALDO.
Hoy, 2 de abril, es el Día Mundial del Autismo y se debe recordar la importancia de la inclusión y el acceso a una educación de calidad para todas las personas con TEA.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trastorno del espectro autista es una condición del neurodesarrollo que conlleva ciertas disfunciones en el desarrollo neurológico.
Las estadísticas de la OMS indican que, a nivel mundial, 1 de cada 100 niños y niñas tienen TEA, lo que resalta la urgencia de generar políticas públicas que garanticen su derecho a la educación y una vida digna.