TEGUCIGALPA, HONDURAS-. El reloj marcaba las 12:00 del meridiano, un sol fuerte cobijaba con sus rayos una pequeña casa improvisada, forrada de viejas láminas de zinc que Saraí López había comprado de a poco hasta lograr construir su humilde vivienda.
El calor sofocante penetraba las hojas de metal a esa hora del día, tanto, que López y sus tres niños (Joshua, Carlos, Manuel) deben de salir religiosamente a esperar en un lugar más fresco mientras baja y cae la tarde.
“Yo tengo 10 años de vivir en la colonia Cascadas (Comayagüela), desde el principio comenzamos a quedarnos aquí, pues solo así el patronato me asignó este lote de tierra”, narró mientras abrazaba a sus hijos. La mujer comentó que luchó por un terreno, pues no tenía dónde vivir.
El caso de Saraí solo es uno de las miles de familias que a través de las invasiones adquieren un terreno para vivir, principalmente en la zona noreste de la capital. Basta con recorrer el anillo periférico para darse cuenta de las muchas colonias que han surgido bajo este fenómeno social.
Por ejemplo, la Nueva Capital, Monte de los Olivos, Nueva Jerusalén, Cascadas y otras. La Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) toma en cuenta 940 barrios y colonia existentes en la capital, de los cuales 90 han surgido tras una invasión, así lo revelan datos de hace diez años.
No hay invasiones
Por otra parte, Benjamín Bustamante, director de Ordenamiento Territorial, manifestó que en la actual administración no hay casos de invasión y las que ya están se realizaron hace varios años.
Agregó que estos están en proceso de legalización con la entrega de escrituras con base en el tiempo de posesión del lote. Amplió que “la mayoría de las tierras ejidales ya se encuentran ocupadas desde hace varios años o décadas”.
Según el funcionario, ya son pocos los espacios que quedan y “se está trabajando en la identificación de terrenos propiedad de la Alcaldía para desarrollar proyectos tanto del gobierno municipal como de la presidenta de República, Xiomara Castro”.
Bustamante también refirió que la “usurpación de terrenos en general es ilegal por lo que no se puede permitir ese tipo de acciones”.
Por otro lado, German Villalobos, titular de la Gerencia de Organización Comunitaria, refirió que en cuanto a los patronatos, estos no pueden organizarse si los predios están en invasión: “Lo que se tiene que hacer previo a formar un patronato es sacar la legalidad de la tierra, puede ser privada o ejidal”.
Otro de los procesos para organizar un patronato es que tenga posesión de la tierra por más de diez años o que las comunidades ya estén bien radicadas en el lugar, por ejemplo, que tengan luz y casas, “pero no casitas con fines de invasión”, concluyó Villalobos.