TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Para que las hortalizas, granos básicos y frutas tengan un crecimiento y desarrollo adecuado, necesitan un rango ideal de temperatura que permita alcanzar el fruto que se quiere cosechar.
Esto significa que la temperatura juega un papel importante, pues la calidad y la cantidad de cosecha depende de los grados mínimos, máximos y óptimos que las plantas reciban al momento del proceso de producción.
Es por eso que las heladas pueden ser fatales, como lo que sucedió en lugares como Lepaterique y la montaña de Azacualpa, donde alrededor de 180 pequeños agricultores perdieron su producción debido a una ola de frío extremo que cayó el 21, 22 y 23 de febrero.
“Eso nos provocó pérdidas, principalmente en la lechuga, repollo y zanahoria”, expresó con tristeza Alexis Garay, productor de verduras de la montaña de Azacualpa.
El entrevistado manifestó que todas las parcelas que les cayeron hielo “quedaron secas como si hubiera pasado un calor extremo”.
Aproximadamente, 80 productores fueron los afectados en ese lugar, que según los campesinos hace 30 años no sucedía este fenómeno de frío.
Por otra parte, Anael Sierra, quien siembra hortalizas en la comunidad de Ocote Hueco, Lepaterique, manifestó que unos 100 agricultores fueron afectados en la parte alta de Hierbabuena, Pueblo Viejo, Palo Marcado, Lajas Blanca, Piedra Rayada y otros.
El entrevistado lamentó que ellos no podrán recuperar su producto debido a que las hortalizas no soportaron temperaturas extremadamente bajas como lo que sucedió en esas fechas.
Indicó que hay unas verduras más fuertes que otras, sin embargo, a los grados que llegó esos días no soportaron, pues se nota que poco a poco las siembras se van perdiendo.
“Las hortalizas que están creciendo en la actualidad es una producción que saldrá para Semana Santa, principalmente la lechuga”, expuso Fernando Sosa, productor de La Brea, Lepaterique.
Por su parte, Víctor Valle, dijo que para Soroguara, hasta los momentos, no se vieron afectados, pero que estas temperaturas afectan mucho a la lechuga, cilantro, apio, ya que son siembras bien delicadas.
Los campesinos sugirieron al gobierno poner más atención a los pequeños productores, debido a que sienten que se necesita más preparación para enfrentar fenómenos como este, tomando en cuenta otras causas que les afectan como la falta de agua en el verano, mucha lluvia en el invierno y el acaparamiento de productos en los mercados capitalinos por parte de los llamados “coyotes”, que es donde se queda toda la ganancia del productor.
Agricultores de diferentes zonas cercanas a Tegucigalpa, también señalaron que este fenómeno de temperaturas extremadamente bajas, no lo experimentan desde hace unos 30 años por los que no estaban orientados ni capacitados para poder proteger sus hortícolas.
“Es posible que las verduras suban de precio en la capital debido a estas pérdidas”, manifestó Sosa, principalmente para la temporada de Semana Santa.
Soroguara, Tatumbla, Lepaterique y Güinope son algunos lugares que abastecen de verduras y tubérculos a la ciudad capital, pues se les denomina el cinturón verde por las tierras fértiles y húmedas indicadas para este tipo de producción.
Agricultura protegida
El analista en economía agrícola, Efraín Díaz Arrivillaga, consideró que se necesita “preparar a los productores para enfrentar estos temas del cambio climático como primera acción”.
Asimismo, en caminar una agricultura protegida, o sea, “que una buena parte de hortalizas puedan ser sembradas en invernaderos, pues el clima no se puede controlar”, dijo Arrivillaga.
Detalló que estos métodos tienen una inversión importante, “pero que servirían para los productores hortícolas para tener menos problemas con la producción”.
Añadió que es fundamental la organización de los productores para que juntos puedan resolver los problemas que tienen que ver de obtención, comercialización y la implementación de nuevas tecnologías.
Por otra parte, refirió que el agua es un elemento crítico que se debe pensar en una manera de producción a largo plazo.
