COMAYAGÜELA, HONDURAS.- En un sector fantasma se está convirtiendo el proyecto habitacional Laureles Real, ubicado a un costado de la residencial Francisco Morazán.
Debido a la mala construcción de las viviendas, filtración de agua y una falla geológica, los problemas con las paredes de las viviendas son cada vez mayores.
Sobre un gigantesco muro de piedra de unos cinco metros de alto se edificaron los muros perimetrales de varias viviendas que colindan con la calle que cruza por la zona.
Desde hace unos días, una sección del muro de dos de las viviendas más afectadas comenzó a desprenderse, lo que puede ocasionar que caigan los bloques en la calle.
Esto representa un peligro para las miles de personas que circulan en vehículo y a pie por esta importante vía.
Los vecinos, ante la falta de una respuesta por parte de la Alcaldía Municipal y Ministerio Público, en tres ocasiones se han tomado la calle como una medida de presión y que su problema se pueda resolver.
Desesperación
Desde hace cinco años que los vecinos de la zona comenzaron una lucha legal para resolver el problema con las viviendas dañadas.
El proyecto habitacional se comenzó a construir en 2011 y a la fecha más de 50 viviendas están dañadas, de las cuales un alto porcentaje están deshabitadas.
El problema se presentó de forma gradual, en los bloques B y C, con la rajaduras de paredes y luego el deslizamiento del suelo. Los afectados siguen pagando las viviendas al banco.
