TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En medio de las dificultades económicas que enfrentan los trabajadores en la capital de Honduras, una de las pocas satisfacciones que les queda es regresar a casa después de un largo día y disfrutar de un plato de sopa de frijoles, acompañado de queso y tortillas de maíz.
Estos elementos, tan esenciales en la dieta de la mayoría de los hogares, no solo ofrecen un momento de placer, sino que también simbolizan la identidad cultural y la resiliencia de la población.
Sin embargo, la estabilidad de este pequeño consuelo se ve amenazada por la reciente fluctuación de precios en los mercados locales.
El mercado Zonal Belén, un referente de los precios en el Distrito Central, es testigo de una leve disminución en el precio del frijol rojo, que pasó de 105 a 100 lempiras por medida, o de 21 a 20 por libra.
Aunque esta reducción puede parecer una buena noticia para los consumidores, la situación no es tan favorable cuando se analiza el costo de los otros ingredientes en las mesas hondureñas.
El precio del queso, tanto el semiseco como el frijolero, experimentó un alza que afecta a las mesas de los capitalinos.
Según estimaciones de EL HERALDO y la Asociación para la Defensa de la Canasta Básica (Adecabah), el queso pasó de 66 a 67 lempiras por libra, una subida que, aunque pequeña en términos absolutos, representa una carga adicional para las familias que lidian con ingresos limitados.
El maíz, un componente indispensable para la elaboración de tortillas, también vio una subida considerable en su precio dentro del mercado más grande del Distrito Central.
El costo del grano amarillo presenta un alza constante que inició en 25 lempiras por medida, luego subió a 26, y hoy alcanza los 28 lempiras.
Adalid Irías, presidente de Adecabah, señaló: “A mediados de mayo, el quintal de maíz blanco costaba 450 lempiras, pero con el precio que cierra este fin de semana a 520 lempiras, este grano ha acumulado un aumento de 70 lempiras en poco más de dos meses, lo que representa un incremento del 15.55%”