TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde hace más de dos años, el bullicio de Toncontín, que alejaba el silencio debido a los sonidos de los motores de aviones que aterrizaban y despegaban a cada momento en la pista, fue quedando en el olvido.
Su actividad como aeropuerto principal de la ciudad capital fue cayendo drásticamente porque los viajeros dejaron de pasar por sus puertas, olvidando aquellas filas que se producían en su interior.
Aunque está activo, la baja actividad en el aeródromo ocurrió desde el 16 de diciembre de 2021 cuando dejó de ser un aeropuerto internacional.
Esto llevó a que la capital se desconectara del mundo de manera directa y que los viajeros se trasladaran a Comayagua, donde se ubica ahora el aeropuerto internacional.
La actual situación del aeropuerto de Tegucigalpa llevó a que el gobierno, a través de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), iniciara los procesos para que Toncontín pasara a la administración pública a partir del 29 de febrero del presente año.
Sin embargo, cinco meses después, la promesa no se ha cumplido.
En relación con este tema, Octavio Pineda, titular de la SIT, argumentó que hay varios factores dentro del contrato de concesión que retrasan el proceso para que Toncontín pase a manos del gobierno.
“Es un contrato que la gente de Interairports pasó a Palmerola International Airport (PIA), quien lo empezó a administrar”, detalló Pineda. Sin embargo, fuentes consultadas por EL HERALDO confirmaron que en efecto fue traspasado a la Empresa Hondureña de Infraestructura y Servicios Aeroportuarios (EHISA).
En este documento “hay una cláusula que dice que al operar Palmerola, automáticamente Toncontín pasa a manos del Estado de Honduras”, indicó el funcionario.
Sin embargo, al entregar el aeródromo capitalino, no se puede volar de forma internacional, ya que así lo establece la cláusula 9.3 del acuerdo. El objetivo principal del gobierno es reactivar Toncontín con el acuerdo CA-4, que permitirá operar vuelos hacia Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
No obstante, Pineda manifestó que este tipo de vuelos son internacionales: “No existe el término de vuelos regionales porque cada vez que se cruza la frontera aérea de Honduras ya es un vuelo internacional”, valoró el ministro.
Lo anterior es un punto delicado porque, aunque lo administre el gobierno, no se puede operar internacionalmente en Toncontín, “debido a que estaría irrespetando las cláusulas, lo que podría causar una demanda contra el Estado de Honduras”, explicó el titular de la SIT.
El funcionario argumentó que este fue uno de los puntos que retrasó el proceso, ya que la SIT tiene que negociar con PIA para llegar a un arreglo que permita realizar vuelos internacionales en el aeródromo capitalino.
Otro de los factores que complicó el proceso es un préstamo de 110 millones de dólares (más de 2,700 millones de lempiras) que la concesionaria PIA tiene con el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema).
Según el funcionario, la concesionaria pidió un arreglo para este financiamiento a cambio de que el aeropuerto sea internacional. No obstante, al llegar a la mesa de negociación con la Comisión Interventora del Inprema, el ministro aseveró que PIA ya está incumpliendo financieramente con ciertos puntos que estaban en el contrato.
El titular de la SIT manifestó que es un tema delicado porque los incumplimientos de la concesionaria no son responsabilidad del gobierno. A pesar de esto, Pineda indicó que se pudo llegar a un arreglo con el Inprema, por lo que se espera que a finales de año el Aeropuerto Toncontín pase a manos del gobierno, operando vuelos internacionales.
Analista
En relación con este tema, la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas, Liliana Castillo, manifestó que la inactividad del Aeropuerto Toncontín puede complicar la vida de las personas que se dedican a operaciones comerciales.
“Hay personas que hacen escala en otros aeropuertos, lo que evitaría que muchas personas tengan estos problemas”, detalló la economista. El factor tiempo, el tráfico debido a la distancia que hay hasta Palmerola, la generación de empleo y “el aumento del turismo en la ciudad son beneficios que podría tener la capital con la reactivación de Toncontín”, enumeró Castillo.
Por su parte, el empresario de Comayagüela, Eliseo Castro, consideró que la capital debe tener su propio aeropuerto para activar el comercio y mantener una conexión directa con el mundo.
“Hay más de 250 mil personas desocupadas, y Toncontín, a través de sus diferentes ramas de comercio, podría representar miles de empleos en beneficio de los ciudadanos”, concluyó el empresario capitalino.
